Debutan las PASO en Mendoza

Los mendocinos comenzaron este domingo a definir su futuro, pero no solo en el sentido estricto de la palabra, sino en el carácter profundo de la afirmación.Desde este lunes, el gobernador Francisco Pérez comenzará a convivir por los próximos ocho meses con quien se perfile como el futuro gobernador electo de Mendoza (que se definirá en la general del 21 de junio), una rarísima situación que nunca se dio desde el regreso de la democracia, en 1983.Este domingo, además, se estrenan las PASO provinciales, cuyo impacto en los votantes nadie se anima a predecir, ya que es un experimento sin más antecedentes locales que las últimas legislativas nacionales.

Los mendocinos habilitados para votar, alrededor de 1.300.000, se encontrarán, según el departamento donde les toque sufragar, con cuartos oscuros repletos de papeles que, como mínimo, tendrán 20 boletas y como máximo 50 listas, para elegir aspirantes a gobernador y vice, diputados y senadores provinciales, intendentes y concejales, muchos de ellos repetidos y multiplicados en numerosas boletas.

El voto paciencia

Lo que demore cada persona en decidir su voto o en encontrarlo en el cuarto oscuro es un misterio que no ha sido revelado ni siquiera a los gurúes electorales.Por ello, el riesgo de largas colas y de pasmosas esperas es tan real, que este viernes, ya en veda proselitista,  el secretario electoral Alfredo Puebla y el ministro de Gobierno, Rodolfo Lafalla, advirtieron de: “La votación será muy lenta y la gente deberá tener paciencia”.Este panorama podría ser contraproducente para los competidores, a pesar del gran esfuerzo que ha hecho la Junta Electoral Provincial para que los votantes no caigan en las garras de un cuadro de estrés previo o poselectoral.

Tanto en el peronismo como en la UCR, a los expertos en elecciones no se les escapa que si hay agotadoras demoras, es alto el peligro de que la gente se canse, se fastidie y se vuelva a casa sin haber votado.

Se suman el temor a la confusión y al aturdimiento del que puedan ser presa los ciudadanos al entrar al cuarto oscuro y sumergirse en un mar de 48 boletas, como pasará en Guaymallén, o de 50 como en Luján, departamentos de los más poblados, que definirán quién gane y quién pierda la elección.

Es por eso que ningún partido ni candidato salió a lucir encuestas en la última semana, algo poco común a la hora de presumir de buenas mediciones para generar un efecto contagio, como marca la tradición.

Aunque a los números que se avecinan los participantes ya los tienen bastante claros, una cosa son los datos obtenidos por encuestas exprés, telefónicas, a domicilio o en la vía pública y otra muy distinta –consideran– es el voto sufragado después de horas de monótona espera, y de estar shockeado por decenas de listas y centenares de postulantes.

Para entender lo básico: hay ocho precandidatos a gobernador. Cinco de ellos se postulan con lista única,  por lo que no tendrán rivales en la interna de las PASO y clasificarán a la elección general del 21 de junio si obtienen el 3% de los votos.

Los tres precandidatos restantes, en cambio, deberán dar la batalla interna en el mismo partido. Se trata de los del peronismo gobernante enrolados en la lista del Frente para la Victoria. En este caso, además de obtener el 3%, sólo pasará a la general el que les gane a los otros dos.

Con los precandidatos a intendentes es más complicado: hay 141 postulados para 15 departamentos. Es  que Godoy Cruz hará las PASO en setiembre, y Capital y San Carlos –las hicieron en febrero– elegirán autoridades el 3 de mayo.

En estas PASO, los aspirantes a legisladores y concejales se amontonan de a cientos para cubrir 24 bancas de diputados y 19 de senadores en la Legislatura provincial, y para renovar seis puestos por comuna en cada Concejo Deliberante.

Lo dicho: habrá que cultivar la paciencia porque aún faltarán al menos cuatro elecciones más hasta octubre.