Con una charla que se extendió por más de una hora, el destacado profesional Bernardo Stamateas brindó una atrapante clínica sobre temas relacionados a su libro denominado «Gente tóxica».
En la exposición se refirió a las relaciones entre las personas y la forma de hacerle frente a la negatividad de las acciones de ciertos individuos que generan esa misma acción en su entorno. Con lenguaje simple logró mantener activo y atento a un público por demás variado.
Tantos adolescentes como gente mayor, todos interactuaron y participaron de cada uno de los «ejercicios» que el terapeuta invitó.
El clima fue por demás agradable y según aseguró Stamateas, «lo importante es que todos se lleven una enseñanza» que también fue la consigna de uno de sus ejercicios.
Habló de emociones, enojos, envidia, malas acciones, miradas, emociones, sueños y de cómo se expresan las personas con el lenguaje corporal. También explicó técnicas para manejarlas de manera efectiva para transformar cada una de ellas en algo positivo. Comentó además sobre las «malas vibras» de la gente y de las relaciones diarias en planos cotidianos pero puso especial énfasis en el plano laboral, afectivo y familiar.
Luego de la charla, el escritor se tomó más de media hora para firmar cientos de libros y para sacarse fotos con quien se lo solicitó.
Bernardo Stamateas manifestó estar «muy satisfecho con las dos charlas que ofreció en Río Grande, tanto en la mañana con los chicos del Colegio Integral de Educación Río Grande (CIERG), y de la Escuela Austral de Enseñanza Bilingüe (EADEB) como la que ofreció al público durante la noche».
Según aseguró el teólogo «me he sentido muy bien de conocer Tierra del Fuego y me he sentido muy contento. Me gusta hablar con los chicos, me gusta interactuar con ellos porque son muy ocurrentes y también me gusta charlar con gente de variada edad porque siempre se genera una buena inteactuación».
Finalmente agradeció la buena predisposición de la gente de colaborar con un alimento no perecedero y se esperanzó en volver a Río Grande.
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