«Hará falta tener una gran concentración, pero eso está hecho», señaló Merkel. «Y después intentar ganar. Mi pronóstico: es factible», apuntó en Berlín.
La líder conservadora, amante del fútbol y ferviente seguidora de la selección, viajará a Brasil junto con el presidente Joachim Gauck para ver la final en el mítico estadio Maracaná. Merkel ya estuvo en el estadio en el debut alemán en el Mundial ante Portugal, que terminó con una goleada por 4-0 para los de Joachim Löw.
La confianza en el título, con mayor o menor disimulo, fue la tónica de los comentarios en una Alemania aún eufórica por la histórica goleada por 7-1 a Brasil en semifinales el martes.
Prensa y expertos ven en Argentina un rival inferior, cansado y que sólo definió por penales su semifinal con Holanda el miércoles. También un equipo que cayó con Alemania en sus últimos tres cruces mundialistas: en la final de Italia 1990 y en los cuartos de Alemania 2006 (por penales) y Sudáfrica 2010.
«En los últimos tiempos mantuvimos la tónica de que Argentina ganase los partidos amistosos y nosotros los de competición. Confío en que la cosa sigue así», dijo el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Wolfgang Niersbach.
El exjugador de la selección germana, Guido Buchwald, sombra de Diego Maradona en la final del 90, comparó ambos partidos y consideró que Argentina tiene hoy «un equipo parecido» al de entonces.
«Cada partido y cada generación es diferente, pero para nosotros también es similar. Tenemos hoy muchos jugadores excelentes y en nuestra época también era así. Vamos a ganar 2-0», pronosticó en una entrevista con la agencia teutona DPA.
Algo más prudente fue el presidente de la Liga alemana, Reinhard Rauball, según el cual Alemania tendrá una final complicada viendo lo hecho por Argentina en semifinales.
«Los argentinos se concentran en primera línea en la defensa y estabilizan el centro del campo por delante del cuarteto defensivo de un modo que hizo muy difícil a los holandeses superarlos. Pienso que a nosotros nos espera lo mismo», dijo a la televisión de la DFB.
Por el contrario, la euforia dominó al diario Bild, el más leído de Europa. «Bienvenidos a la final, queridos argentinos, y felicidades por el subcampeonato», escribió al comentar el pase de Argentina a la final. «¡Felicidades, Messi! Así basta para ser subcampeón», añadió.
Bild resumió la comparación que dominó los debates y las conversaciones de muchos alemanes.«Mientras Alemania maravilló al mundo con un fútbol sensacional, Holanda y Argentina ofrecieron 120 minutos de fútbol horrible. Bostezos en lugar de una gala».
Entre tanto, Berlín comenzó a organizar el recibimiento festivo del plantel, aunque la selección sólo celebrará con los hinchas si gana el título.
«La Puerta de Brandenburgo es el lugar más idóneo para poder agradecer a todos los fans su sensacional apoyo en caso de ganar el Mundial, ya sólo porque cuenta con sitio suficiente», afirmó el presidente Niersbach.
La zona creada junto al monumento es la mayor «Fan Fest» de Alemania, con una superficie de 48.000 metros cuadrados, varias pantallas gigantes y capacidad para decenas de miles de hinchas.
Alemania ya acudió a la Puerta de Brandenburgo tras el Mundial de 2006, donde terminó tercera, y tras su segundo puesto en la Eurocopa de 2008.
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