En el primer partido del Mundial, el local Brasil le ganó a Croacia 3-1 en el Arena Corinthians de San Pablo.
El Scratch no la pasó bien y, con polémica, revirtió las acciones tras comenzar perdiendo con gol de Marcelo en contra.
Iban 11 de la primera mitad cuando Marcelo marcó un gol en contra de su propia valla. Y a los 28, Neymar la tomó de afuera del área y, de zurda, la colocó al lado del poste izquierdo para lograr la igualdad parcial.
Ya en la segunda mitad, a los 25, tras un supuesto agarrón a Fred que el árbitro Nishimura sancionó con penal, Neymar sentenció el partido.
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