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Brasil 2014: Una fiesta inaugural breve y deslucida

La ceremonia que puso en marcha el Mundial duró 25 minutos y rindió homenaje a la cultura local. Cerró la estadounidense Jennifer López junto al rapero Pitbull y la cantante local Claudia Leitte. Fue ante 68.000 personas en el Corinthians Arena de San Pablo.

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Con la irrupción de un grupo de bailarines sobre el césped, cubierto por una lona, comenzó puntual a las 15.15 en el estadio Arena Corinthians de San Pablo la ceremonia de inauguración de la 20ª edición de la Copa del Mundo Brasil 2014.

Fue una fiesta breve, de apenas 25 minutos de duración, bastante menos pomposa que lo acostumbrado en esta clase de eventos. Y también fue bastante fría, en contraposición con el clima paulista.

Luces, sobrecarga de colores, baile, batucada y capoeira no alcanzaron a levantar la temperatura del público que colmó las tribunas y que recién se puso de pie sobre el final, cuando Claudia Leitte, Jennifer López y Pitbull entonaron, en el centro del campo, We are one, la canción oficial del certamen.

También hubo lugar para que el público chifle e insulte a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en sintonía con el descontento de quienes se vienen manifestando contra el Mundial en los días previos. «Hey, Dilma, vai tomar no culo», fue de lo más duro que pudo escucharse.

Terminada la ceremonia, toda la emoción estalló a las 17, cuando el seleccionado local y Croacia comenzaron a disputar el partido inaugural, correspondiente al grupo A.


Pero antes hubo tiempo para resaltar los tesoros de Brasil, ya que primero fue el turno de la naturaleza con artistas con zancos vestidos de árboles y personas disfrazadas de plantas características como la Araucaria, Samambaia y Fucsia, entre otras.

Y luego se honró al agua y la creación de los ríos, en particular el Amazonas, la reserva natural más grande del mundo, que en la cancha fue surcado por varias canoas.

Tras la naturaleza, llegó el homenaje a la danza y la gente de Brasil con bailes típicos acompañados por instrumentos característicos gigantes, e incluso con el famoso grupo de percusión Olodum.

Hubo tiempo para disfrutar del Reco-Reco, Afoxe, Berimbau, Parades, Frevo y Samba de Roda, con artistas vestidos de Gaúchos, Coco y Baianas, y el cierre estuvo a cargo del famoso Capoeira.

Finalmente, apareció el turno del fútbol con acróbatas vestidos con una pelota en su cabeza que formaron diferentes pirámides humanas, mientras que niños realizaban «jueguitos» con un balón liviano atado con un hilo.

Tras el homenaje a los tesoros de la tierra que albergará durante 31 días la máxima fiesta del fútbol, ingresó una bandera enorme de Brasil para ubicarse en el centro del estadio y desde los cuatro costados explotó una verdadera ovación.

Así, se abrió la bola de led, cantó el trío el tema oficial y 25 minutos después de iniciado el acto, tal como se había estipulado, se puso punto final.

La fiesta inaugural de Brasil 2014 no pasará a la historia, pero lo cierto es que las ceremonias de apertura de los mundiales no suelen ser espectáculos impresionantes, porque la realidad es que el show lo pone el fútbol.

En ese sentido, el estadio no estuvo colmado a lo largo del acto, pero sí se fue llenando a medida que se acercaba el duelo entre Brasil y Croacia, cuando la pelota comenzaría oficialmente a rodar. 

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