River aprobó uno de los exámenes que todo aspirante al título necesita rendir con éxito. En un partido que tenía prácticamente liquidado, debió sufrir hasta el final para adueñarse de tres puntos que lo suben a la punta del Torneo Final junto a Gimnasia, ambos con 31 puntos. Fue un sufrido triunfo por 3-2 frente a Racing.
Leandro Chichizola se convirtió en héroe cuando le atajó el penal del empate a Sebastián Saja en el epílogo del segundo tiempo, una atajada que podría significar un campeonato. Cenicienta contemporánea, Chichizola fue rescatado del ostracismo para suplantar al lesionado Marcelo Barovero y en cuatro presentaciones sepultó todas las dudas que los hinchas tenían alrededor de su figura.
Fue una noche dramática en el «Monumental», inolvidable si finalmente el elenco de Ramón Díaz se alza con el cetro de la máxima categoría del fútbol argentino. Fernando Cavenaghi, por duplicado, y Carlos Carbonero edificaron la victoria con sus goles, pero Chichizola será el protagonista indiscutible después de su última intervención. Racing, urgido por un triunfo para maquillar una pésima campaña, había igualado transitoriamente por intermedio de Diego Villar y había descontado a través de Gabriel Hauche.
Fueron 95′ minutos vibrantes. Con Daniel Villalva como punta de lanza, River plasmó su superioridad durante los primeros minutos. Al «Keko» le cometieron la infracción dentro del área que Fernando Cavenaghi ejecutó, sin oposición de un Saja rendido ante el disparo del «Torito». Lo empató Racing, impulsado por los últimas pinceladas de Rodrigo De Paul (vendido al Valencia español) y un solitario cabezazo de Diego Villar.
La satisfacción por el empate fue efímera porque el colombiano Carlos Carbonero, uno de los mejores del equipo de Núñez, pulverizó a Saja con un sablazo irrefrenable que se coló pegado al travesaño. En el segundo tiempo apareció nuevamente el mediocampista «cafetero», que construyó una pared con Manuel Lanzini y centró para servirle el gol a Cavenaghi, que definió de taco para estirar la diferencia y marcar su segundo tanto, después de una sequía de más de 700 minutos sin convertir.
Gabriel Hauche electrificó una contra y definió con un roscazo divino para acortar la diferencia en el resultado. En los últimos minutos fue el vértigo y el desconcierto se adueñaron de River. Se lesionó Gabriel Mercado, lo expulsaron a Jonathan Maidana y Ariel Rojas (recibió la quinta amarilla y se perderá el próximo duelo) tocó con la mano un centro que se iba al córner sin riesgo alguno para el arco del local. Diego Ábal no dudó y sancionó la infracción. Saja se hizo cargo pero Chichizola agigantó su figura y se vistió de héroe para sostener al «Millonario» en lo más alto del olimpo vernáculo. La fortuna también le hizo un guiño al «Millo»: Viola capturó el rebote pero su cabezazo pegó en el travesaño.
El final fue a pura celebración, los compañeros agradeciéndole a Chichizola el milagro y Ramón Díaz como protagonista de los efusivos cánticos de una sufrida hinchada que se ilusiona con el título. El descendido Argentinos y Quilmes son las finales que le quedan a «la banda» para consagrarse campeón, aunque deberá estar atento a un Gimnasia que, también líder, luchará hasta el final. Por lo pronto, River ganó un partido de campeón.
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