El gobierno de Uruguay, a través del Ministerio de Defensa, publicó un extenso documento en el cual advierte los peligros latentes que debe enfrentar tanto su país como el resto de los Estados de la región en materia de seguridad. Entre ellos, se encuentra la presencia soberana y militar del Reino Unido en las islas Malvinas.
Dicho documento, titulado Un Uruguay integrado a la región y abierto al mundo, contiene 42 páginas y fue develado por el diario uruguayo La República y replicado por el argentino La Nación. En líneas generales, el Poder Ejecutivo del vecino país, al mando de José Mujica, establece la llamada política de defensa nacional.
En uno de los párrafos, si bien Uruguay reconoce que no hay “en lo inmediato conflictos que afecten la integridad del territorio”, advierte que “no es de descartar en el futuro disputas o presiones de distinta índole”.
Son dos los “conflictos latentes” que el Gobierno uruguayo destaca. El primero, y a priori el más importante, es “la situación particular que se manifiesta en las islas Malvinas, por la presencia de potencias extra regionales y por tanto, que inciden negativamente en el Atlántico Sur como zona de paz y cooperación”. Hace referencia claramente a la instalación militar que el Reino Unido posee en el archipiélago disputado con nuestro país y que Cristina Kirchner denunció en más de una oportunidad.
El segundo peligro lo señala como “el agravamiento de posibles conflictos fronterizos entre países de la región”. Luego de la última guerra entre Ecuador y Perú a mediados de los 90, varias disputas fronterizas en el continente han sido nuevamente puestas a la luz, algunas encauzadas en la Justicia internacional mientras que otras han sido motivo de cruces diplomáticos. Cabe recordar que Uruguay aún mantiene algunas disputas con Brasil
Tanto la primera situación como la segunda, agrega el documento, “se constituyen en amenazas latentes para el país, en el primer caso, porque afecta la zona oceánica donde naturalmente se producen las comunicaciones y la actividad económica marítima del país”.
En el segundo caso porque “todo conflicto regional debilita el proceso de integración en curso, genera carreras armamentísticas contrarias al desarrollo y pone en peligro la confianza mutua que se ha venido construyendo entre los países de la Unasur”.
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