Cuando el 14 de septiembre del año pasado, Pablo Aimar fue presentado como flamante refuerzo del Johor Football Club de Malasia, ni siquiera el propio cordobés imaginó que su estadía en el país asiático iba a durar un suspiro. Pero las constantes lesiones del ex River aceleraron un final inesperado ya que el club le rescindió el contrato, que expiraba en diciembre de 2015. «Fue un arreglo de común acuerdo. De ninguna manera lo echamos», aclaró Martín Prest, el director deportivo del Johor.
«Pablo Aimar no se ha recuperado complemente de su lesión y no puede contribuir al 100% en los partidos», aseguró Tunku Ismail Ibni Sultan Ibrahim, el presidente del club en un comunicado publicado en la página oficial de la institución. Aimar había arriba al club como figura y la institución había realizado una «elevada inversión», manifestó el mandamás. La limpieza incluyó, además, la salida del entrenador español César Ferrrando, que será reemplazado por el croata Bojan Hodak.
¿Qué será de Aimar? ¿Regresará a River? Cuando Francescoli se convirtió en el secretario técnico de la institución de Núñez se contactó con el Payaso y mantuvieron charlas informales. En esas conversaciones, Aimar había deslizado que estaba dispuesto a regresar a la Argentina, ya que no estaba cómodo en Malasia. Según indicó Prest en TyC Sports, Aimar «demostró su clase en los partidos que jugó».
«Me gustaría que vuelva pronto Aimar, después del Mundial o antes si fuera posible«, afirmaba semanas atrás el presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, en una entrevista con la agencia Télam. Y agregaba: «Sé que durante mi gestión los ídolos van a volver y tengo razones para creer».
Aimar, a los 34 años, deberá pensar si quiere regresar a River, el club que en cada inicio de temporada lo sondea sin suerte. Esta vez, hay un interlocutor como Francescoli, que podría gestionar la vuelta de un futbolista que lleva en la sangre el ADN riverplatense.
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