Este rally, hermano menor del Dakar, que tiene en su línea de partida a 79 máquinas (39 motos, 23 cuatriciclos y 17 autos), finalizará en San Juan el sábado 12 de abril, previo paso por Bariloche, Zapala y Malargue (Mendoza), en un recorrido de 3.500 kilómetros totales.
El mal tiempo, que afectó a miles de personas en la región, ya había determinado el domingo que se anulara y se reemplazara la segunda etapa entre Bariloche y Zapala, en la que los competidores tenían que sortear desérticos paisajes patagónicos, en una de las jornadas más bellas del rally.
El mismo domingo, antes de la rampa inaugural, los organizadores anularon el recorrido original de la segunda etapa -que debía disputarse este martes- y lo reemplazaron por el mismo recorrido bucle del primer día, con largada y llegada en Bariloche.
Sin embargo, la intensa lluvia caída desde la tarde del domingo hasta la noche del lunes no sólo aguó el arranque del rally sino que además se cobró hoy también la segunda etapa, ya que la crecida de ríos anegó parte del trazado de carrera, que tenía cerca de 400 kilómetros.
“La ansiedad enloquece, hace dos días quiero largar pero coincido con la organización en que la seguridad está primero”, aseguró el piloto Diego Demelchori, de Kawasaki, poco después de suspenderse la segunda etapa.
Esta ciudad, ubicada en el corazón de Neuquén, provincia que vivió su peor temporal en 40 años, amaneció con sol después de una semana de lluvias, será escenario mañana de la tercera etapa, que marcará el debut de la quinta edición del Desafío Ruta 40.
Más allá de la impaciencia de los pilotos, el gran perjudicado en Bariloche fue el público, que ya se había sumado masivamente al festejo inaugural en el Centro Cívico y el lunes desafiando el temporal se instaló en los inhóspitos lugares por los debían pasar los competidores.
Esta mañana, cerca de las 8, cuando los competidores comenzaron a llegar al punto de partida, ubicado detrás del aeropuerto de Bariloche, se determinó que no era posible largar la carrera y en una lenta procesión, encararon los 346 kilómetros de enlace hasta la ciudad de Zapala.
Esta ciudad, ubicada en el corazón de Neuquén, provincia que vivió su peor temporal en 40 años y en la que aún hay cientos de evacuados, amaneció con sol después de una semana de lluvias, será escenario mañana de la tercera etapa, que en realidad marcará el debut de la quinta edición del Desafío Ruta 40.
“Claro que tenemos ganas de empezar a correr pero cuando uno ve las imágenes se da cuenta que esta ha sido una semana muy complicada para Neuquén y todo el país”, se lamentó Juan Manuel “Pato” Silva, quien expresó su “deseo de que todo vuelva a la normalidad lo antes posible y la gente pueda regresar a sus casas”.
Cuando eran las cinco de la tarde, el sol secaba la tierra y el viento soplaba con fuerza –aunque no tanto para los habitantes de Zapala-, el vivac montado en el Polideportivo Municipal ya iba tomando color y recibiendo al público, que llegaba con cámaras de fotos y libretas en mano para llevarse autógrafos de los impacientes protagonistas.
La etapa de mañana, con largada y llegada en Zapala, y tendrá un total de 421 kilómetros, 327 de carrera.
La especial comenzará en Ramón Mestre y finalizará en Las Lajas, en un periplo en el que los competidores deberán acelerar al principio, andarán a los saltos después, cruzarán un ancho río, vegetación selvática y deberán ser cuidadosos con la vegetación al llegar a un río seco sin huella.
El Desafío Ruta 40 abre a su vez el calendario del “Dakar Series”, compuesto por otras dos competencias: El Desafío del Litoral, que se correrá en Paraguay del 20 al 24 de julio, y el Desafío Inca en Perú del 8 al 14 de septiembre.
Estas tres competencias, que tienen la misma modalidad del Dakar y que son clave para la preparación de su hermana mayor, otorgan a su vez a los ganadores invitaciones para correr en enero el rally más difícil del mundo.
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