El Arzobispado de Córdoba, en nombre de la Santa Sede, apartó de su cargo a un sacerdote del clero cordobés que está acusado de haber abusado sexualmente a una niña menor de edad.
La sanción la aplicó el arzobispo de Córdoba, Monseñor Carlos Ñáñez, en nombre del Dicasterio Romano. El cura Luis Alberto Bergliaffa tiene ahora prohibido todo ejercicio público del ministerio sacerdotal durante 10 años, según reveló el Periódico Católico Encuentro.
Lo inédito del caso es que la investigación canónica se llevó a cabo sin el paralelo proceso judicial estatal. Según el periódico, la Iglesia no se constituyó en denunciante ya que este tipo de delitos sólo puede ser denunciados por el agraviado o sus padres o tutores.
Bergliaffa «sigue siendo cura pero no puede celebrar misa públicamente», explicaron desde el Arzobispado de Córdoba.
La Iglesia comenzó a investigar el caso hace tres años, es decir, dos años antes de que Jorge Bergoglio se consagrara como el Papa Francisco.
Bergliaffa se desempeñaba en la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el barrio Matienzo de la ciudad de Córdoba.
“Es una noticia muy dolorosa para nosotros los cristianos. Hay una víctima de por medio, una familia que sufre”, se lamentó Dante Simón, vicario judicial del Arzobispado de Córdoba.
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