Después de casi tres meses en coma, las noticias sobre el estado de Michael Schumacher siguen sin aparecer. Así que solo caben las conjeturas, las esperanzas y los datos de otros casos parecidos y su resolución. Hablan los entendidos, como Gary Hartstein, exjefe médico de la Fórmula 1, quien no augura muy buenos pronósticos para el piloto alemán.
Según el Daily Mail, Hartstein cree que el servicio médico del hospital de Grenoble no ha querido presionar a la familia para que el piloto fuera trasladado a otro centro con mejores equipaciones para tratarlo, y que ese podría haber sido un error. «Conforme pasa el tiempo, parece cada vez más improbable que Schumacher pueda responder de una manera significativa», escribió el médico en su blog.
También advierte de que pacientes en coma «profundo» como Schumacher son una incógnita para todos los hospitales, que nunca están sobrados de camas. «Es inevitable pensar que si su estado continúa sin cambios, llegue algún otro paciente que necesite la cama de Michael». Añade que cuanto más tiempo pase en este estado, menos posibilidades hay de que recupere sus funciones vitales o dé alguna respuesta de despertar. Hartstein, que trabajó en la Fórmula 1 desde 2005 a 2012, todavía se sorprende de la cantidad de aficionados que mueve Schumacher, y cree que estos tres meses en los que el piloto lleva en coma son solo un largo adiós.
Por el momento, la familia sigue sin aportar más datos a los que ya conocidos de que estaba en proceso de salir del coma, «y llevará el tiempo que lleve», asumió la portavoz de la familia Schumacher.
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