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San Lorenzo perdió en La Plata y se alejó de la pelea

El Lobo arrancó perdiendo tras gol de Correa, pero lo dio vuelta con tantos de Barsottini y Peralta.

San Lorenzo Gimnasia 14

Con el mismo esquema con el que hizo sapo entre semana en Chile por la Copa Libertadores, de tres defensores, cinco volantes y dos puntas, San Lorenzo volvió a a hacer sapo, esta vez en La Plata, frente a Gimnasia. Allí perdió merecidamente 2 a 1, tras ponerse en ventaja por un gol de Correa. El dueño de casa pudo dárselo vuelta merced de gritos de Barsottini y del colombiano Peralta.

La primera etapa estuvo signada por las dificultades para San Lorenzo. Primero se le lesionó Mauro Cetto, por quien debió ingresar Gentiletti. Luego, quien debió abandonar la cancha con una dolencia fue otro defensor, Valdés. El lugar del colombiano lo tomó Buffarini.

De fútbol, no fue mucho lo que se vio. A instancias de uno de sus jueces de línea, el árbitro Germán Delfino anuló correctamente un gol de Matos, de cabeza, por posición adelantada. Gimnasia, que tuvo más la pelota pero no mucha claridad, fue algo más que la visita durante los primeros 45. En ella, un par de remates de Mussis, clave en el local, apenas si inquietaron al arquero Álvarez. De hecho, la más clara de la primera etapa la tuvo el volante a los 35, cuando luego de un desborde y centro atrás de Oreja el 1 le tapó un derechazo con destino de red.

Dos minutos le llevó a San Lorenzo patear al arco en la segunda etapa. Lo mismo que gritar gol. Correa aprovechó una equivocación tras un lateral de Licht, interceptó un pase adentro del zurdo y, de primera, definió por arriba del arquero Monetti, que apenas llegó a manotear la pelota.

Pero el gol no modificó el trámite del juego. Gimnasia, con limitaciones, proponía. San Lorenzo observaba, especulaba. Y ante tal abulia llegó el empate. Mussi la metió al área desde la izquierda y l apelota le quedó al zaguero Barsottini, que con un fortísimo zurdazo dejó sin opciones a Alvárez.

Con el pecho inflado, la búsqueda del local tuvo su premio mayor a los 42, cuando una corajeda del colombiano Peralta terminó por decretar el triunfo final. Por derecha, el delantero dejó en el camino a Gentiletti y ya dentro del área, su derechazo se desvió en Ortigoza para sentenciar el merecido 2 a 1.

Las lágrimas con las que el DT Troglio terminó el partido era la viva imagen del desahogo de un equipo que venía de perder en el clásico y de no ganar en tres fechas. El contraste, claro, era la cara larga de Bauza y de sus jugadores, que en cuatro días sufrió dos cachetazos duros. Además de complicar su futuro en la Copa Libertadores, ahora, San Lorenzo perdió una buena chance de seguir a una unidad del líder, Colón.

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