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Caleta Olivia: Un incendio destruyó una sucursal de La Anónima

El local había sido habilitado pocos días atrás. Las pérdidas son millonarias. No hubo víctimas.

Caleta_incendio Anonima

Un voraz incendio destruyó el jueves por la noche la flamante sucursal 217 de La Anónima ubicada en el barrio Rotary 23. El siniestro se produjo a pocos minutos del cierre de atención al público. Varias dotaciones de bomberos trabajaron durante al menos seis horas en el lugar para sofocar las llamas. Las instalaciones fueron evacuadas con celeridad y no se registraron víctimas, pero los daños fueron millonarios.

El fuego comenzó alrededor de las 20:30 en el depósito, mientras un gran número de personas realizaba sus compras en el salón de ventas.

Las primeras versiones dan cuenta de que habría sido una encargada  de ese sector la que observó un fuerte “chisperío” de cables, por lo que dio inmediato aviso al personal de seguridad en tanto que algunos empleados intentaron apagar el foco pero les fue imposible ya que las llamas se propagaron rápidamente y se tornaron incontrolables.

Inmediatamente se trasladaron al sector de ventas donde alertaron a los clientes que comenzaron a autoevacuarse para ponerse a salvo, aunque algunos de ellos ya habían visto que una gran nube negra iba invadiendo el salón.

Vecinos del populoso barrio dijeron que los bomberos tardaron mucho tiempo en llegar al lugar, aunque ello se debe a que las unidades 5ª y 16ª se encuentran muy lejos de ese sector urbano.

En tanto, policías de la Comisaría Quinta que se encuentra a pocas cuadras de la sucursal llegaron en  contados minutos para resguardar la integridad de las personas que salían del interior del edificio en llamas y también se ocuparon de frenar el paso de curiosos  que se acercaban prácticamente hasta la puerta de acceso.

Cuando llegaron las dos primeras dotaciones de bomberos, las llamas ya habían ganado por completo el interior la estructura de paredes de chapa y de unos 1.200 metros cuadrados.

Debido a la magnitud del siniestro, hubo que solicitar apoyo al personal de Prefectura Naval que acudió al lugar a bordo de una autobomba que habitualmente se encuentra basada en el puerto Caleta Paula.

Poco después y en forma sucesiva, fueron arribando camiones aguateros para abastecer a las autobombas que utilizaron más de 40 mil litros de agua hasta avanzada la madrugada de ayer.

Al lugar también llegó el personal de la Dirección Municipal de Protección Civil que colaboró con los bomberos e incluso trabajadores de otras sucursales de la cadena de supermercados, con packs de agua mineral para hidratar a los bomberos.

La humareda se extendió por un radio de varios kilómetros y hasta cinco cuadras de distancia se escuchaban constantes explosiones, probablemente de electrodomésticos, artículos electrónicos y desodorantes.

Algunos bomberos se aproximaron peligrosamente al perímetro del edificio y utilizaron barretas y hachas para romper las gruesas chapas, posibilitando que sus compañeros pudieran introducir las líneas de agua.

En tanto, otros servidores públicos avanzaron por la puerta principal para intentar combatir el fuego desde adentro, poniendo en riesgo sus propias vidas.

Cabe recordar que la nueva sucursal, que poseía un salón de ventas de 1.200 metros cuadrados, estaba ubicada en la avenida Tierra del Fuego 1.886 y había sido habilitada el 27 de febrero de este mismo año, pero no se realizó una inauguración oficial en virtud de que la ciudad se encontraba en emergencia hídrica.

Por otra parte, circunstanciales clientes comentaron a Diario Patagónico que desde hace varios días se registraban frecuentes cortes de luz que evidenciaban supuestos problemas en la instalación eléctrica, e incluso aseguran que minutos antes del incendio se había producido uno.

Los bomberos señalaron que si bien desde afuera el edificio se veía entero, en el interior el peligro era extremo ya que el techo estaba “panseado” y existía peligro de derrumbe.

A media mañana de ayer aún quedaban pequeños focos ígneos y persistía la humareda, por lo cual directivos de la Escuela Primaria Nº82 y del Jardín de Infantes Nº57, que se encuentran en las inmediaciones, decidieron suspender las clases en ambos turnos.

TRABAJADORES APESADUMBRADOS

En esa sucursal trabajaban diariamente alrededor de 50 personas y los que no estaban de turno a la hora del siniestro se acercaron inmediatamente al lugar, muchos de los cual no podían contener el llanto, al observar cómo el fuego consumía su lugar de trabajo.

Incluso, quienes estaban en actividad debieron abandonar el lugar rápidamente, sin siquiera tener tiempo de retirar sus pertenencias que fueron consumidas por el fuego, como prendas de vestir, carteras y documentación personal.

Extraoficialmente se pudo saber que los gerentes intentaron tranquilizarlos diciéndoles que nadie iba a perder su empleo y que pronto volverán a construirla, aunque por el momento trabajan distribuidos en las sucursales 31 y 32 de esta ciudad.

(Diario El Patagónico)

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