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El afecto del Papa Francisco llega hasta la Antártida

El papa Francisco también llegó hasta la Antártida: si bien no lo hizo en persona, el pasado Miércoles de Ceniza, los feligreses que viven en la Base Esperanza, en este punto austral de la Argentina, participaron de una celebración eucarística especial, en la que además de comenzar el tiempo de Cuaresma, asistieron a la colocación en lugar destacado de un solideo que el Santo Padre obsequió para esta comunidad castrense.

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Antártida Argentina (AICA): Francisco también llegó hasta la Antártida: si bien no lo hizo en persona, el pasado Miércoles de Ceniza, los feligreses que viven en la Base Esperanza participaron de una celebración eucarística especial, en la que además de comenzar el tiempo de Cuaresma, asistieron a la colocación en una urna de cristal de un solideo que el Santo Padre obsequió para esta comunidad castrense. “Desde el confín del mundo, en nuestra pequeña capilla antártica, rezamos siempre por él, y el hecho de tener su solideo y verlo a diario nos lo hace muy presente”, relató el capellán.
El 5 de marzo también se inauguró el campanario de la capilla, que por la ubicación geográfica es el más austral del mundo. Después de trabajar durante un mes -con muchas interrupciones debido al clima extremo que se vive a veces-, en la misa de las 20.15 se dio por inaugurada la edificación.

Luego de la misa con la que dieron por iniciada la Cuaresma, el capellán colocó en una urna de cristal un solideo original del papa Francisco, que el Santo Padre usó a comienzos de octubre, cuya donación fue gestionada por el el profesor Horacio Fórmica, y destinado a la capilla de la base por mediación del capellán mayor del Ejército, presbítero Oscar Naef.

“Todos estos actos los hicimos en honor y ya próximos a cumplirse un año de la elección del Papa que los cardenales fueron a buscar al fin del mundo», relató emocionado el padre Conti a AICA. “Desde el confín del mundo, en nuestra pequeña capilla antártica, rezamos siempre por él, y el hecho de tener su solideo y verlo a diario nos lo hace muy presente. La campana repica en los hielos eternos y la comunidad reza por el papa y por todos. Realmente es una gracia infinita de Dios”, observó.

La comunidad de la Base Esperanza se compone de unas 60 personas, entre las que se cuentan siete familias. Allí funciona una escuela primaria y secundaria que recientemente comenzó las clases. El pequeño grupo cuenta con la asistencia del presbítero Guillermo Conti, enviado hace tres meses para acompañar la Misión Antártica de este año.

En este mismo destacamento militar está la capilla más antigua de la Antártida, eregida por el obispado castrense el 18 de febrero de 1976. En este mismo lugar, en febrero de 1978, se realizó el primer casamiento de la historia en tierras antárticas. Y hasta hoy se enseña el catecismo para niños, se prepara para los sacramentos y se celebra diariamente la misa.

Según recuerda el padre Conti, los frutos espirituales han sido abundantes: el pasado año, la dotación de la base militar presenció un bautismo, cinco primeras comuniones, dos confirmaciones y un casamiento.+

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