El espléndido delantero de Vélez Sarsfield Mauro Zárate dinamitó esta noche la resistencia de Belgrano y condujo a su equipo hacia el triunfo por 3-1 que le permite transformarse en el único escolta del líder Colón de Santa Fe, a un solo punto de distancia.
En el Estadio José Amalfitani y por la séptima fecha del Torneo Final, Zárate bombardeó el arco de Juan Carlos Olave en varias ocasiones durante el primer tiempo, pero el portero respondió en todos los casos con óptimos recursos.
A pesar de la calidad y la perseverancia del artillero del campeonato, los cordobeses ganaron el primer período porque además de resguardarse de un modo compacto y de contar con Olave como garante, anotaron en una de sus temidas réplicas por intermedio de Guillermo Ferré, en el minuto 13.
En esa escena que valió un parcial, César Pereyra habiitó con inteligencia a Lucas Pittinari, mediocampista que con la punta del botín hizo pasar la pelota entre las piernas de Matías Pérez Acuña para dejarle la mesa servida al capitán.
Pero la peligrosidad de Zárate se cotizó en la red a los 2 minutos del segundo capítulo, cuando lo buscó con claridad su socio perfecto, Lucas Pratto, y el jugador que quisieron conquistar los chilenos para llevárselo al Mundial de Brasil 2014 arrasó por la derecha y fulminó a Olave con un remate cruzado.
Claro que Zárate tenía más aportes para poner sobre el césped y, sobre el cuarto de hora de esa segunda mitad, volvió a tomar la derecha del ataque como su pasaje preferido en la noche del Amalfitani y mandó un centro rasante para darle el 2-1 al juvenil Agustín Allione.
Si Vélez en ventaja ya era un problema serio para los Celestes, la situación se les complicó más aún en el minuto 33, cuando fue expulsado el volante Sebastián Carrera.
Y cuando ya había relevado Leandro Desábato a Zárate, para que el goleador se tomara un pequeño descanso y se bañara en aplausos, a Velez todavía le quedaba un proyectil disponible, el que accionó Pratto para cerrar un contraataque, a los 42, con el 3-1 definitivo, como un premio merecido.
Se trató de un partido ardoroso, dado que el equipo de Ricardo Zielinski logró ponerse 1-0 y se le presentó la ocasión para plantear la noche sustentado en su sólida retaguardia, en su aceitado funcionamiento colectivo y en su pericia para trabajar y resolver sobre el eventual error del oponente, con un poder de fuego Picante como es Pereyra.
El local, por su parte, soltó amarras y buscó con su ambición natural y reconocida los caminos que lo llevaran primero a la igualdad y luego al triunfo.
Y Zárate y Pratto fueron los iluminadores en esa búsqueda que concluyó con un 3-1 que puso los merecimientos en la red, donde valen tres puntos.
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