“La reunión de hoy (por ayer) fue otro paso importante para decidir el futuro del Super Rugby. Ahora tenemos un modelo preferido, con seis equipos de Sudáfrica y uno de Argentina. El boceto será llevado a las uniones nacionales para su aprobación antes de que la SANZAR presente su posición final a los medios y a los fanáticos”.
El comunicado de Greg Peters, el CEO de la SANZAR ( South Africa, New Zealand and Australian Rugby ) es claro: el Super Rugby, el torneo de equipos más importante y atractivo del mundo, que se juega en el hemisferio sur, incluirá a partir de 2016 a un equipo argentino y a otro sudafricano. De esta manera, el rugby nacional podrá disfrutar de un conjunto (sería Pampas XV) en la alta competencia. En la elite del deporte de la pelota ovalada, una suerte de NBA o Fórmula 1 del rugby.
Son días movidos los que se viven esta semana en Sydney, donde Agustín Pichot, consejero titular de la Unión Argentina de Rugby (UAR), llegó para una serie de encuentros junto a los CEO de cada unión, otros tres dirigentes y Peters. Las reuniones se llevaron a cabo en el Pullman Sydney Hyde Park Hotel y allí definieron el futuro del rugby en el hemisferio sur. Porque, además de integrar el Super Rugby, Argentina será incluido como socio estable de la SANZAR, a pesar de que todavía se desconoce cuál sería el nombre de la organización.
No obstante, más allá de que el organismo que comanda al rugby en el hemisferio sur confirmó la inserción de un conjunto albiceleste, aún restan las firmas de las uniones, que decidirán cuál será la opción más viable. La alternativa que se impuso dentro de las cuatro presentadas es la de un certamen con 18 equipos, dividido en dos zonas: una con 10 equipos (5 de Nueva Zelanda y 5 de Australia) y otra con 8 (6 de Sudáfrica, uno de Argentina y otra que podría ser de Estados Unidos). Sin embargo, de no poder llegar a incluir al último, el torneo se jugaría con 17.
Las uniones que pusieron mayores trabas al arribo de una franquicia argentina al Super Rugby fueron las de Nueva Zelanda y Sudáfrica. La primera hizo foco en el pobre nivel de Los Pumas en el Rugby Championship 2013 y duda de que el conjunto albiceleste que dispute el torneo esté a la altura de las circunstancias. En tanto, la segunda presentó incertidumbre acerca del presente económico del país.
Las otras opciones que se barajaron en estos tiempos quedaron descartadas. La primera fue la de mantener la configuración de la actualidad, con 15 franquicias (5 de Nueva Zelanda, 5 de Australia y 5 de Sudáfrica). La segunda buscó aumentar a 17 los equipos, con otro más sudafricano y el argentino, en un sistema de todos contra todos. Y el restante tuvo similar aspecto al elegido, con 17 planteles (un grupo de 10 y otro de 7).
Así, la entidad madre del rugby argentino buscará atraer a aquellos jugadores que participan en las Ligas de Francia e Inglaterra, la mayoría de Los Pumas. Porque, con la participación de la Selección nacional en el Rugby Championship, torneo en el que jugará hasta 2015, y con el futuro Super Rugby, la UAR tendrá su cabeza puesta cien por ciento en el hemisferio sur, algo por lo que luchó en los último años y que se concretó ayer en Australia.
Fuente: Clarín
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