La derrota 2-0 ante Godoy Cruz en la provincia de Mendoza marcó el punto final del ciclo de Blas Armando Giunta en Quilmes, que comenzó a mirar con suma preocupación los promedios del descenso. A pesar de que el ex Almirante Brown había llegado con ilusión para reemplazar a Nelson Vivas, los resultados positivos le fueron esquivos en los 9 partidos que estuvo al frente y la Comisión Directiva tomó una drástica medida.
En diálogo con Sportia, programa que se emite por TyC Sports, el ex entrenador del elenco del Sur dejó de manifiesto su sentimiento de bronca por la rápida salida de la institución. «No me dieron posibilidades para revertir la situación. Pedí que me dieran un partido más, el miércoles con Colón, pero Andrés Meiszner me dijo por teléfono que no quería contar más con nosotros», reveló.
Por otro lado, comentó que el contrato que firmó en su momento era hasta diciembre y que piensa reclamar que le abonen todo el vínculo y no hasta el día que trabajó. «Es lo que corresponde, veremos si llegamos a un acuerdo o no. Se ve que los clubes andan muy bien económicamente, van a pagar tres técnicos este año», lanzó con ironía, haciendo referencia a las dos últimas etapas y al inminente desembarco de Ricardo Caruso Lombardi.
«El equipo mereció más de lo que logramos, hicimos una pretemporada espectacular y los jugadores estaban duros, algo normal. No teníamos ritmo y estuvimos desprolijos, pero tomaron la determinación y no me dieron las chances para darlo vuelta«, continuó su catarsis, lamentando las caídas ante Rosario Central y el «Tomba» que sentenciaron su suerte en el banco del club.
Para finalizar, consultado por el arreglo de Caruso que parece ser un hecho, opinó que «no creo que sean las reglas del juego, pero en el fútbol argentino estas cosas son normales, aunque no debieran existir».
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