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La presencia de Boudou ante juez «más que un acto de presión, fue un acto de humildad»

Lo dijo el abogado Diego Pirota. Insistió en considerar el expediente como un «despropósito jurídico» con «mucho de impacto político y mediático».

Pirota Diego - Boudou

La defensa de Amado Boudou afirmó hoy que la presentación espontánea del vicepresidente ante el juez Ariel Lijo, en el marco de la causa Ciccone, «más que un acto de presión, fue un acto de humildad» e insistió en considerar el expediente como un «despropósito jurídico» con «mucho de impacto político y mediático».

El abogado Diego Pirota sostuvo que su cliente «le hizo saber» al juez Lijo -luego de que el fiscal Jorge Di Lelo pidiera la indagatoria de Boudou- que su comparencia en los tribunales «no significaba de ninguna manera ninguna cuestión de presión», sino que su intención fue mostrar que se «somete como una persona más ante la Justicia».

En la investigación por presuntas «negociaciones incompatibles con la función pública» en el caso Ciccone, Boudou se presentó espontáneamente en Comodoro Py, donde le pidió a Lijo «una actuación rápida» para «esclarecer lo antes posible» su situación, reiteró su inocencia y prometió no ampararse en sus fueros.

En un extenso reportaje por radio América, Pirota explicó hoy que Boudou fue a ponerse a disposición del juez tantas veces como el magistrado lo considere necesario y pidió que no se le diera a ese gesto ninguna otra connotación: «Mas que un acto de presión, fue un acto de humildad», definió el letrado.

Acompañado de Pirota y de su otro abogado Eduardo Durañona, el vicepresidente elevó dos escritos en los que, tras negar haber participado de algún trámite para lograr el levantamiento de la quiebra de Ciccone, dijo que esa responsabilidad estaba en manos del titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, cuya indagatoria también pidió el fiscal.

«No emití opinión ni dictamen alguno, tanto respecto al levantamiento de la quiebra de Ciccone, como a la quita de intereses y plan de facilidades de pago solicitado por la fallida», puntualizó en el texto, para agregar que la cuestión tributaria es una «de las facultades discrecionales que posee el Administrador Federal de Ingresos Públicos».

Esta mañana, ajeno a las interpretaciones periodísticas acerca de que esas declaraciones serían una «venganza» o un pase de facturas a Echegaray, la defensa de Boudou estimó que «todo lo que hizo la AFIP» al darle el plan de facilidades a Ciccone para salvarla de la quiebra «es correcto».

«No encuentro ninguna circunstancia en la causa penal que me haga pensar en que la AFIP hizo algo indebido ni ilícito. Ni de parte del ministro de Economía (en ese momento, es decir, Boudou), ni del director» del ente recaudador, afirmó.

Pirota ratificó el argumento de Boudou, quien volvió a negar ante el juez Lijo haberse reunido con la familia Ciccone para negociar el traspaso de la empresa ni conocer a Alejandro Vandenbroele, titular de The Old Fund, la empresa que se quedó con la ex Ciccone.

El letrado sostuvo que «no existe» ninguna relación de Boudou con quien es señalado como su supuesto «testaferro» y enfatizó que el hecho de que Vandenbroele haya alquilado un departamento del vicepresidente era algo «irrelevante más que anecdótico».

«¿Qué hay de ilícito en todo esto que se haya probado?», preguntó Pirota.

El abogado insistió en denunciar que el expediente abierto contra Boudou «tiene muy poco de jurídico en términos procesales y tiene mucho de impacto político y mediático».

«Nosotros ya planteamos todas las nulidades que consideramos, entendemos que es un despropósito jurídico lo que está pasando», enfatizó, aunque reiteró que no está en los planes de su cliente pedir la recusación ni de Lijo ni de Di Lello, a quien le reprochó haberse «precipitado en solicitar» las indagatorias.

Pirota puntualizó que «estas indagatorias, la manera que las pide y las razones que da (Di Lello) nos obliga a tomar una decisión en la que el vicepresidente no dudó un instante en presentarse, ponerse a disposición de la Justicia y mostrar al juez y al fiscal que él va a estar a disposición, como lo estuvo siempre, para dar todas las explicaciones que hagan falta».

Insistió en que la intención de Boudou, ayer, fue mostrarle a la «sociedad» es que «hay un vicepresidente que está colaborando con la investigación y que no se va a amparar en ningún fuero ni nada que se le parezca».

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