Un total de nueve muertos fue el saldo de una tormenta que causó un alud en el cerro Ambato y la crecida de ríos y arroyos en Catamarca. El derrumbe del cerro arrasó parte de la villa veraniega El Rodeo, donde murieron seis turistas, y sobre Siján, donde el alud mató a Marcos Bambicha, de 73 años. En Fiambalá, un rayó mató a Graciela Zandón, de 48 años, madre de 11 hijos, y lastimó a cinco de ellos. En Belén, se ahogó Agueda Ochoa, de 46 años, arrastrada por un arroyo desbordado.
Al cierre de esta edición continuaba la búsqueda de desaparecidos en El Rodeo, donde numerosos turistas habían llegado atraídos por un recital de Abel Pintos. Se celebraba allí la Fiesta Anual de La Flor. El alud de barro y rocas gigantes arrasó casas, árboles y autos.
Nolberto Bazán, titular del comité de emergencia, informó que tres de las personas fallecidas en la villa son Candelaria Díaz Mendibe (5), Daiana Ahumada (7) y María Luisa Castiglione (52), de Santiago del Estero. Son parte de la familia que fuera propietaria del diario El Liberal, con casa en El Rodeo.
La tragedia se desató al final de una jornada sofocante con una máxima de 44°.
En épocas de calor, los catamarqueños viajan a refrescarse en la villa. Al pie del cerro Ambato, en El Rodeo, corre el río del mismo nombre donde los adolescentes van de campamento.
Al principio, la lluvia no era fuerte.Pero se volvió intensa y cerca de las 22.30, llegó el alud. “Sentimos un ruido fuerte, como explosiones.Después, empezó a temblar todo, pensamos que era un terremoto. Se cortó la luz. Salimos corriendo a la calle y vimos cómo llegaba el barro”, contó una vecina a Clarín. Testigos vieron que el frente de la crecida del río Ambato, de más de 10 metros de alto, barrió un puente.
En veinte minutos, todo quedó sepultado por barro y piedras. Las casas se desmoronaban por el choque de las rocas. Entre 25 y 30 vehículos quedaron destruidos. El alud tiró abajo todos los postes del tendido eléctrico, que sólo se normalizó ayer al mediodía. El escenario remitía a lo ocurrido en Tartagal, en 2009. Cientos de familias buscaban a sus hijos. Los celulares no funcionaban y todo era caótico.
“En el camping no quedó nadie. Dios nos libre si había chicos en las carpas, arrastradas al río”, expresó angustiada la dueña de una casa ubicada sobre la orilla del río. La crisis tomó forma de inmediato. La gobernadora, Lucía Corpacci, viajó a El Rodeo y a Siján, al otro lado del cerro Ambato. Además de un muerto, hubo allí unos 100 evacuados. Por la tarde, arribaron el secretario de Seguridad Sergio Berni y la ministra de Seguridad, María Cecilia Rodríguez.
Los desaparecidos son los turistas santiagueños María Zulma Mendibe (madre de la pequeña Candelaria), Agostina Ahumada (hermana de Daiana) Ana Carolina Sal, Dora González de Castiglione, Romina Julieta Silva (25), Adrian Alvarez (52), Emiliano Dario Alvarez (14) y Graciela Contreras, quienes veraneaban o acampaban en casas y campings de El Rodeo.
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