
Al finalizar la sesión, los concejales esperaron más de una hora y media para abandonar el Concejo Deliberante. La salida se concretó en medio de insultos y abucheos.
La policía escoltó la salida de los ediles quienes decidieron salir por la puerta del frente del edificio, allí estaban apostados dirigentes y militantes de ATE que esperaban para reprochar la actitud de los ediles de sesionar a puertas cerradas.

En medio de los insultos hubo gritos amenazantes de escrachar los domicilios particulares de los concejales, por tal motivo la policía envió una consigna a cada casa de los ediles.

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