Publicado en

Aprobaron la ley contra el acoso cibernético a menores

La llamada Ley de «grooming» incorpora al Código Penal el delito de acoso cibernético a menores.

internet_jov

La Cámara de Senadores convirtió este miércoles en ley un proyecto que sanciona con penas de seis meses a cuatro años de prisión al adulto que contacte por Internet (vía e-mail o redes sociales) o por medios electrónicos (por celular) a un menor con el objetivo expreso de cometer un delito contra su integridad sexual.

Así, el Congreso saldó un vacío legal que tenía la Argentina para combatir lo que internacionalmente se conoce como grooming.

En rigor, la iniciativa había contado con media sanción del Senado a fin de 2011 pero casi dos años después, en setiembre de este año, Diputados introdujo cambios a la propuesta original para diferenciar el acoso cibernético a un chico del acoso real o consumado en persona, por lo que diferenció las penas entre uno y otro acto. Además, contemplaba una diferenciación entre el grooming que tiene como destinatario un menor de 16 años del que tiene como víctima a un chico menor a 13 años.

La Cámara Alta decidió insistir con su posición inicial: no diferenciar entre víctimas menores de 13 y 16 años y aplicar al victimario penas de hasta cuatro años de prisión. Se impuso así la visión más dura de las dos.

Qué es el grooming

Según la denominación mundial, se llama “ grooming ” al conjunto de acciones emprendidas por un adulto con el objetivo de ganarse la amistad o la aceptación de un menor de edad, persiguiendo el propósito de obtener su confianza para terminar abusando sexualmente de él.

Las bandas que delinquen a través de una computadora para empezar a operar generan bases de datos, con correos electrónicos o direcciones en las redes sociales de los chicos y adolescentes.

A fines de agosto, La Voz del Interior relató el calvario de una adolescente cordobesa que estuvo a punto de viajar a Rosario para encontrarse con un hombre que, bajo engaños, la había contactado vía Facebook. Luego de hacerse pasar por un joven, ganó su confianza y logró que la jovencita le enviara, vía correo electrónico, algunas fotografías íntimas. Tras ello, empezó a extorsionarla para que fuera a Rosario a encontrarse con él.

Comentarios