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Decía que lloraba sangre, pero terminó preso

Fabricio Fernández asegura recibir mensajes de la Virgen y dice tener poderes sanadores. El caso se hizo público y se radicó una denuncia por explotación de la credulidad pública.

 

El "sanador" no logró convencer a los policías.
El «sanador» no logró convencer a los policías.

Se mostró ante la prensa con los ojos derramando lágrimas de sangre y decía que el fenómeno ocurría cada vez que rezaba por la paz mundial. Se hizo llamar Juan Pablo en honor al ex papa Karol Józef Wojtyła, y aseguraba recibir mensajes de la Virgen y ser capaz de curar.

Sin embargo, el joven sanjuanino Fabricio Fernández no logró convencer a la policía, que anoche lo detuvo a raíz de una denuncia presentada desde el Ministerio de Salud Pública ante la Justicia de Faltas, que motivó la intervención de la división Leyes Especiales de la fuerza de seguridad provincial.

Según informó el diario local El Zonda, la causa quedó a cargo del juez de faltas Ricardo Grossi Colombo, quien, de probarse el delito, deberá aplicar el artículo 156 del Código de Faltas de San Juan, que establece multas en efectivo y hasta treinta días de prisión para quien induce a engaño explotando la credulidad pública, invocando la representación de instituciones públicas, de bien público o privadas sin tenerla o el que por cualquier otro medio, argucia, dolo o fraude induce a engaño.

En 2010, Fernández había dicho a la prensa local que fue victima de un secuestro en Chubut, aunque la la causa nunca prosperó.

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