Cristina Kirchner ofreció un discurso ante la 68° Asamblea General de las Naciones Unidas que sesiona en Nueva York, donde habló de las expectativas por los cambios de autoridades en Irán, la soberanía de las Malvinas, el reclamo por la situación con los fondos buitres y el conflicto en Siria.
«Yo digo que esta es una asamblea entre los buitres de la deuda y los halcones de la guerra», deslizó la Presidenta en un momento del discurso. Y amplió el concepto, pidiendo la reforma del derecho a veto del Consejo Nacional de Seguridad, al tiempo que cuestionó el argumento del uso de armas químicas en Siria, asegurando que «el 99,99% de las personas han muerto por medio de armas convencionales».
«No hay guerras justas, sólo la paz es justa. Y decía yo que la paz y la seguridad no son conceptos militares, son conceptos políticos», dijo Cristina.
La mandataria también aprovechó para reiterar el reclamo por la soberanía sobre las Islas Malvinas y acusó a Inglaterra de militarizar la zona. «No andamos condenando el uso de la energía nuclear con fines de guerra y al mismo tiempo desplazamos submarinos nucleares, como nos pasa a los argentinos en nuestra disputa sobre Malvinas, donde el Reino Unido militariza el Atlántico Sur», afirmó.
Y pidió una apertura de diálogo: «Lo estamos esperando desde 1965 cuando el plenario de resolución de esta asamblea y el comité de descolinización obligaron a Inglaterra y Argentina a dialogar, porque hay una controversia de soberanía sobre territorio malvinense».
La jefa de Estado luego se metió de lleno con la causa AMIA y el pedido de que Irán dejé indagar a la justicia argentina, a los cinco ciudadanos acusados de haber participado en el atentado de 1994.
«Esperamos que nos digan si se ha aprobado el acuerdo, para que el juez argentino vaya a Teherán. Sí, no tenemos miedo, porque creemos en la voluntad de la gente. Todos dijeron que quieren la paz y les creemos, pero esperamos acciones coincidentes entre lo que dijeron y lo que vayan a hacer», sostuvo.
Finalmente, Cristina pidió una regulación del mercado financiero internacional, respecto al conflicto de la deuda con los holdout: «No estamos pidiendo nada, simplemente que nos dejen pagar».
Y concluyó, citando al Papa Francisco, a quien le agradeció por su intervención en el conflicto con Siria.
«Con pasión, pasión por la esperanza, por el porvenir, por el futuro. Y compasión por los que menos tienen, los más vulnerables, los que esperan todo, los que no han hecho nada para merecer la miseria y estar alejados de la mano de Dios, compasión para todos los que son víctimas de la guerra, la desocupación, la miseria, la pobreza. En definitiva, nuestros propios fracasos como dirigencia global», sentenció Cristina.
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