Tras un arduo debate, la Cámara de Diputados aprobó este miércoles con 139 votos a favor, 91 en contra y 5 abstenciones el proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo para introducir modificaciones a la ley de Impuesto a las Ganancias.
La presidente del bloque de diputados del oficialismo, Juliana Di Tullio, aseguró que la iniciativa oficial significa «más consumo, más actividad económica, y peronismo» y señaló que «no es la primera vez que esta presidenta toma una decisión en esta dirección. En este año esta es la cuarta decisión que se toma que va al mismo sector (trabajadores y jubilados) y ese dinero va al bolsillo del trabajador, y significa más consumo, más actividad económica, significa peronismo».
El diputado Carlos Heller (Nuevo Encuentro) también respaldó el proyecto oficial al afirmar que es «un avance en la construcción de un régimen tributario más justo, más equitativo y más progresivo».
Heller, quien presidente la Comisión de Finanzas, también defendió que no se grave la compra-venta de acciones de empresas que cotizan en Bolsa «partiendo de la idea de que hace muy pocos meses este Parlamento sancionó una nueva ley de mercado de capitales destinada a promover un verdadero mercado de capitales ya que la Argentina tiene un escasísimo desarrollo en la materia».
El diputado nacional y candidato a renovar su banca por el Frente Progresista bonaerense Ricardo Alfonsín dijo que espera la nueva integración del Congreso para «poder discutir seriamente» una reforma del sistema tributario y cuestionó al kirchnerismo.
«El oficialismo ha tomado la decisión de tratar hoy este tema por necesidad más que por convicción», criticó y agregó que «recién ahora, cuando sacaron a nivel nacional el 30 por ciento de los votos, se dignaron a tratar la modificación de un gravamen cuya injusticia clamaba el cielo».
La iniciativa que había obtenido el martes dictamen en la comisión de Presupuesto y Hacienda apunta a crear dos nuevos gravámenes para paliar la merma en la recaudación que implica la decisión del gobierno nacional de eximir del pago de Ganancias a todos aquellos trabajadores en relación de dependencia cuyos salarios brutos no supere los 15 mil pesos.
Cerca de 1,5 millón de trabajadores y jubilados se vieron beneficiados por dicha medida que entró en vigor el pasado 1º de septiembre y que implica un esfuerzo fiscal de alrededor de 4.500 millones de pesos. Por esta razón el oficialismo apunta a crear un nuevo gravamen a la compra venta de acciones de empresas que no cotizan en Bolsa. Dichas transacciones tributarán un 15% mientras que proponen también gravar con un 10% el pago de dividendos de las empresas.
La oposición criticó la medida por «electoralista» y defendió el dictamen de minoría consensuado entre los distintos bloques antikirchneristas que buscaba que el mínimo no imponible se fije en cuatro veces el salario mínimo vital y móvil, de este modo se aseguraría que ese piso se modifique de manera automática con cada modificación en el salario mínimo.
Buscaban además incluir a monotributistas y autónomos y modificar el impuesto a los Bienes Personales. Sin embargo las propuestas de la oposición no fueron tenidas en cuenta por el oficialismo que aprobó el proyecto enviado por el Ejecutivo sin introducir modificación alguna.
Con la aprobación en Diputados, el proyecto será girado al Senado para su sanción.
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