River Plate fue pura efectividad y le ganó 1-0 a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, en el partido de ida de la serie que corresponde a la segunda fase de la Copa Sudamericana. El gol de la victoria lo marcó Jónathan Maidana, a los 17 minutos del primer tiempo.
La revancha se jugará el jueves 5 de septiembre en el estadio Monumental y el ganador de esta llave se medirá en la siguiente instancia con el vencedor de Liga de Loja, de Ecuador, y Nacional, de Paraguay.
River volvió al triunfo ante San Lorenzo en ese estadio después de nueve años, luego del 2 a 1 logrado en el Clausura 2004.
Luego de un primer cuarto de hora con más insinuaciones del local y con un River replegado contra su campo pero sin emociones en las áreas, River golpeó tras una seguidilla de errores del dueño de casa. Gonzalo Prósperi perdió la pelota, por desconcentración, en la salida por el lateral derecho y terminó cometiendo infracción.
Fabbro se hizo cargo del tiro libre, Alvarez cometió un grosero error al dar un rebote largo luego del pique delante de su cuerpo, y Maidana definió con un remate bajo y al medio del arco para convulsionar el clima de los hinchas locales, los únicos que estuvieron en la cancha.
Los minutos siguientes fueron puro nervio para San Lorenzo. Mientras su gente insultaba al técnico Juan Antonio Pizzi y a Alvarez, y pedía por un triunfo con cantos intimidatorios para el plantel.
River siguió en su papel, en un primer tiempo apenas discreto, con el colombiano Eder Alvarez Balanta como figura excluyente por su firmeza en la defensa y se fue al descanso sin pasar sobresaltos cerca de su arco.
San Lorenzo, más alla de un gol bien anulado por mano de Ángel Correa luego de una salida en falso con los pies de Leandro Chichizola, a los 37 minutos, fue un equipo sin ideas y no funcionó en ninguna de sus líneas.
Luego del descanso, Pizzi intentó con un cambio de esquema con el ingreso del delantero Gonzalo Verón por el defensor Prósperi, de pobre labor, mientras que Ramón Díaz respondió a los 10 minutos con el ingreso de Carlos Carbonero por Fabbro para reforzar el aspecto defensivo.
Fue productivo en la idea el ingreso de Verón, desequilibrante por la derecha a pura velocidad y gambeta, pero sus intentos no encontraron respuestas de sus compañeros dentro del área.
Fue San Lorenzo sin ideas y con niveles individuales decepcionantes como el de Ignacio Piatti o Correa, y sólo llegó con centros sin la mínima pausa o juego asociado, frente a un rival limitado en calidad y cantidad, pero inteligente para sostener la ventaja en la chance que tuvo.
Dentro de un partido muy pobre, River fue más conciente del poderío del que dispone y de lo que puede desplegar por ahora en una cancha.
Para San Lorenzo otra caída como local (3 a 0 con Argentinos como local la anterior), se sumó al desencanto de su público tras el armado de un plantel numeroso para pelear en tres frentes, y reproches sin razón para el arbitraje de Mauro Vigliano, quien no fue determinante en el partido.
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