Fueron más de tres horas de reunión con empresarios y gremialistas afines al Gobierno. El cónclave convocado por Cristina Kirchner tras la derrota del Frente para la Victoria en las Primarias, finalmente se concretó ayer en Río Gallegos y no dejó profundos cambios.
“Fue una reunión muy productiva que vamos a repetir más seguido, pero vamos a conformar mesas sectoriales”, aseguró la Presidenta, que también remarcó que durante el encuentro se plantearon “todos los problemas que tienen” los sectores productivos. Si bien afirmó que se hablaron de “distintas cuestiones de la economía y se pasó revista a todos los puntos de vista”, Cristina volvió a defender el modelo económico kirchnerista y no mostró un cambio a corto plazo.
La mandataria realizó estas declaraciones en una especie de conferencia de prensa improvisada a la salida de la reunión, Un hecho más que curioso, si se tiene en cuenta que Cristina no habla con los medios.
La convocatoria que realizó el Gobierno para el cónclave de ayer dejó afuera a diferentes sectores opositores, como la CGT que lidera Hugo Moyano y las diferentes entidades agropecuarias. Sin embargo, los que sí estuvieron ayer fueron algunos integrantes de la central obrera que lidera Antonio Caló, la CTA oficialista y dirigentes de la Unión Industrial Argentina.
“Fue una reunión donde todo el mundo tuvo su oportunidad de decir las cosas. Fue una reunión positiva y buena onda”, lanzó Héctor Méndez, titular de la UIA. Por su parte, el empresario Eduardo Eurnekian destacó que “se escucharon todas las posiciones”, mientras que el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, resaltó que fue un encuentro “sin monólogos”.
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