Mejor debut, imposible. Gerardo Martino se sentó por primera vez en el banco del Barcelona y fue testigo de un verdadero concierto de fútbol de parte de su nuevo equipo, el Barcelona. Los catalanes golearon por 8 a 0 a un pobrísimo Santos y confirmaron que la esencia de su juego está intacta. Que no importan los nombres. Hubo fiesta en el Nou Camp.
Con un Lionel Messi muy enchufado, el campeón de la liga española arrancó en llamas y tardó apenas seis minutos en romper la paridad. El rosarino aprovechó uno de los muchos errores de la defensa brasileña y la mandó a guardar, tras eludir al arquero. Fue el comienzo del final. A partir de ahí, el local se destapó y le regaló a sus hinchas una autentica fiesta. Leo (en contra), Alexis Sánchez y Pedro ampliaron la ventaja antes del final del primer tiempo. Y Fábregas (por dos), Adriano y Dongou, pusieron cifras definitivas.
En el complemento ingresó Neymar, quien mostró algunos chispazos pero no logró anotarse en la lista de goleadores. El nuevo Barcelona ilusiona. Para alegría del Tata.
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