Vulgarmente hablando, al papá de Renzo “le cortaron una pierna”. Ayer, a las seis de la mañana, cuando se disponía a llevar a su otro hijo de 6 años al colegio, descubrió que le habían robado el auto, un Renault 11 modelo 1989 y único medio de transporte para visitar al pequeño de dos años internado en el Garrahn, pues, por indicación médica, no puede tomar el transporte público.
Sin embargo, con el correr de las horas, la solidaridad le dio respuesta a Haroldo Antonelli: le ofrecieron una decena de autos. La noticia circuló a través de la cuenta en Twitter de Juan Carr, titular de Red Solidaria, quien publicó: «Robaron el auto del papá de Renzo recién trasplantado en el Garrahan. ¿Alguna idea o aporte solidario?».
Por la tarde, mientras el padre de Ranzo estaba contando lo sucedido en radio Mitre, Daniel Dorazio, gerente de Localiza, una empresa de alquiler de autos, le prestó uno por el tiempo que fuese necesario.
Pero eso no es todo. Como si la ayuda de la agencia fuera poca, Carr comentó en Facebook y en Twitter que Haroldo «ya tiene 9 autos disponibles y se va a ir organizando”. Y continuó: “Están impactados por el robo. Un Renault 11 color azul, si alguien lo ve. Muchas gracias a todos! Qué buena es nuestra gente, qué generoso es nuestro Pueblo…», twitteó.
El chiquito fue trasplantado del corazón el 2 de junio, tras ocho meses de espera. Sufría de una miocardiopatía que había sido diagnosticada antes de su nacimiento. A los pocos días de la operación, el nene volvió a ser incluido en la lista de emergencia del Incucai porque el órgano no respondía.
Sin embargo, los médicos que lo atienden lograron que su corazoncito comience a funcionar. El 20 de junio Renzo sufrió un paro cardíaco, que puso en riesgo su vida. Pero ahora, afortunadamente, se recupera en el hospital de niños.
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