Los cambios a la Regla 11, la del offside, que se aplicarán desde el Torneo Inicial 2013, intentan ajustar el texto a situaciones reales que generaron confusiones, y acotar el margen de interpretación sobre ciertos términos. Puede resultar a favor de que haya más goles, pues jugadas que antes debían anularse ahora tendrán validez. Pero el margen de interpretación seguirá poniendo en serios aprietos a árbitros y asistentes.
Interferir a un rival.
Al jugador adelantado se le debe penar la posición: 1) si interfiere la jugada; 2) si interfiere a un adversario y 3) si gana ventaja de su posición después de un rebote. En 1) nada cambia: el jugador adelantado que toca la pelota es automáticamente sancionado. En los 2) y 3, no todo es tan claro. Para sancionar la interferencia a un rival que no toca la pelota, el jugador adelantado debe ir a disputársela u obstruir “claramente” el campo visual del adversario. Si un defensor intenta cortar un pase a un rival adelantado y la mete en su arco o se la deja a ese rival, ya no se considera que ese atacante interfirió al defensor, y se habilita la acción. Y eliminaron la prohibición de sacar ventaja amagando jugar la pelota y dejándola pasar: si un atacante, en offside, amaga patear y deja correr la pelota engañando al arquero para que un compañero habilitado convierta, ese gol será válido. Messi tendrá razón ahora (no la tuvo esa noche) en protestar si a Agüero le anulan un gol como el del 7 de junio pasado, en Argentina-Colombia. ¿Y qué pasa si uno, en offside casi debajo del arco, no le tapa la vista al arquero ni le disputa la pelota, pero limita su movimiento cuando se quiere tirar a sacarla? En la letra de la regla, eso ya no está penado.
Ganar ventaja de la posición.
Cuando un jugador adelantado la recibe de un rebote o desvío (en postes o en rivales), seguirá siendo sancionado. Pero las reglas habían equiparado las “pifias” de los defensores a rebotes. Y ahora, la pelota que le llegue al jugador en offside por la acción de un adversario que “deliberadamente juega el balón”, aunque lo haga con un gesto técnico fallido o no lo pueda dirigir, será habilitada (la excepción es la “parada” del arquero o un defensor que salva un gol). ¿Y cómo diferenciarán los árbitros la intención deliberada con gesto técnico fallido de un rebote o un desvío? Ante esta consulta, un importante instructor FIFA le dijo a uno de los árbitros internacionales algo así como: “Ustedes tienen la suficiente experiencia y capacidad como para determinarlo”. Esto favorecería que en jugadas similares, unos lo interpreten de una manera y otros de otra. Y ahí te quiero ver.
Comentarios