Unos 42.500 jóvenes de distintas provincias y congregaciones de todo el país viajarán este fin de semana a Río de Janeiro para participar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) , con el papa Francisco como protagonista en su primera visita al continente.
Cientos de jóvenes católicos partieron el viernes en siete micros rumbo a Brasil para sumarse al megaevento, que reunirá a dos millones de personas de todo el mundo. La despedida de los fieles estuvo en manos del arzobispo porteño, monseñor Mario Poli, en la catedral metropolitana.
«No vamos a un viaje de egresados, sino a una peregrinación religiosa para compartir y vivir la fe con jóvenes de todo el mundo», explicó el sacerdote Mario Miceli, responsable de los grupos porteños.
En sus valijas, los jóvenes llegan un regalo muy especial para el Sumo Pontífice: tres réplicas de la Virgen de Luján. Una de ellas será entregada a Francisco para que se la lleve al Vaticano; otra quedará en la catedral de la ciudad anfitriona y la última tiene como destino la favela Varginha (Manguinhos).
Quienes se queden en Buenos Aires podrán seguir el evento en directo a través de unas pantallas gigantes que el Instituto Brasileño de Turismo (Embratu) colocará en la Plaza Ciudad del Vaticano, al lado del Teatro Colón.
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