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El fin del dólar barato | Tomas Bulat

Finalmente los datos de empleo de los Estados Unidos comienzan a mostrar que la lenta reactivación económica de estos dos años comienza a impactar en la creación de nuevos puestos de trabajo. Este dato ha hecho que en una de las últimas reuniones de la FED se hable acerca de que las políticas de gran […]

Finalmente los datos de empleo de los Estados Unidos comienzan a mostrar que la lenta reactivación económica de estos dos años comienza a impactar en la creación de nuevos puestos de trabajo.

Este dato ha hecho que en una de las últimas reuniones de la FED se hable acerca de que las políticas de gran liquidez y, por lo tanto, de dólares baratos comienzan su fin en la economía mundial.

Es así que este dato ha producido cambios en varios mercados, de commodities y de monedas en el mundo. El principal afectado fue el oro, cuya cotización bajó fuertemente, colocando la onza troy por debajo de los 1.300 dólares luego de estar hace tan solo un año por encima de los 1.600.

Por el barrio ¿cómo estamos?

El otro cambio lo empezaron a sentir las monedas de varios países emergentes, que -en términos generales- comenzaron a devaluarse frente al dólar. A excepción del yuan chino, que es actualmente la moneda más fuerte del mundo, todas ajustaron perdiendo parte de su valor.

A continuación se pueden ver las devaluaciones que han tenido en estos dos meses las monedas de los países vecinos.

Perú: 6,54%

Brasil: 12,44%

Chile: 7,89%

Colombia: 4,09%

México: 6,88%

La que menos devaluó fue el peso colombiano con un 4%, y la que más lo hizo fue el real que alcanzó un 12%.

Está perdida de valor es en general apoyada por los gobiernos de la región, dado que sus monedas estaban demasiado fuertes, y aun hoy continúan afectando la competitividad de sus exportaciones. Dicho proceso de devaluaciones es esperable que continúe durante el segundo semestre del año.

Vale la pena recordar que todos estos países tienen inflaciones anuales por debajo del 4%, a excepción de Brasil que tiene un 6,5%. Por lo tanto, todas han ganado una importante competitividad medida en dólares en estos 60 días.

Y por casa ¿cómo estamos?

En Argentina -durante el mismo lapso- el dólar oficial se devaluó un 4%. Lo cual resulta equivalente a lo ocurrido con el peso colombiano. Por lo tanto, si comparamos el aceleramiento de la devaluación del dólar oficial de estos meses, con lo sucedido en los otros países de América Latina, resultó bajo.

Pero el problema de la economía argentina es la inflación. Mientras en Colombia la inflación acumulada de mayo y junio fue del 0,4% en los dos meses, en Argentina fue del 3,6%. Es decir que -medido en competitividad- Argentina perdió frente a Colombia un 3,2% en solo dos meses.

Por lo tanto, comparado con nuestros vecinos, volvimos a ser más caros en dólares y es probable que el mes de julio esta tendencia se acentúe aún más.

Si tenemos también en cuenta que la relación base monetaria/reservas da actualmente un promedio de 8,75 pesos por dólar, y que durante julio los requerimientos de financiamiento del sector público van a ser completados con emisión monetaria, sumado a la caída de reservas, está relación se seguirá deteriorando.

Un dólar más fuerte en el mundo y una inflación que crece en Argentina son claras señales que se acerca el fin del dólar barato.

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