El titular de la Auditoría General de la Nación (AGN), Leandro Despouy, denunció que en la Argentina existen «zonas liberadas» para el tráfico de drogas y la directora general de Aduanas, María Siomara Ayeran, salió a cruzarlo con dureza.
«El Estado renunció a ejercer el control del tráfico de drogas», sostuvo Despouy, antes de que Ayeran recogiera el guante y le respondiera, diciendo que el titular de la AGN «carece de conocimientos técnicos y profesionalismo al momento de evaluar el funcionamiento de la Aduana».
La funcionaria kirchnerista sostuvo que la Organización Mundial de Aduanas (OMA) «desmiente» un reciente informe de la Auditoría que preside Despouy, el cual señaló que los escáneres instalados en los puertos de Buenos Aires, Campana y San Lorenzo «no detectan drogas» y mencionó «irregularidades» en los aeropuertos.
Ayeran indicó que la OMA, organización internacional con sede en Bruselas y que reúne a 179 aduanas de todo el mundo, destacó el liderazgo de Argentina «en materia de incorporación de tecnología y técnicas de gestión de riesgo», tras una serie de «auditorías internacionales» realizadas aquí.
Tras presentar un informe con relevamientos efectuados en los tres puertos entre julio de 2010 y junio de 2012 (según indicó la AGN a la prensa), Despouy aseguró este miércoles que existe una «ausencia» de controles en aeropuertos y terminales fluviales, las que se encuentran literalmente habilitadas al «tráfico de drogas» al exterior del país.
El radical Despouy habló incluso de «zonas liberadas» y dijo que los escáneres de los puertos «no registran» la presencia de estupefacientes en contenedores -como señalar el informe de la AGN-, a la vez que insistió con que existían «irregularidades» similares en los aeropuertos.
«Hay un cuadro general de falta de control en el tema de drogas, al que se suma la situación que tenemos en los puertos importantísimos de nuestro país», denunció, y agregó que «hay una ausencia deliberada: el Estado renunció a ejercer el control».
En diálogo con Cadena 3, Despouy sostuvo que los escáneres «no detectan» en los puertos fiscalizados por la AGN «la diferencia entre sustancias orgánicas e inorgánicas, con lo cual es uno de los aspectos principales que habilita la posibilidad de la exportación de drogas sin ningún tipo de control».
Además, subrayó: “El informe recoge las afirmaciones de los propios funcionarios y empleados de la Aduana, que denuncian falta de personal adecuado, dificultades para tomar las muestras y mal funcionamiento de las cámaras de video”.
En esta línea, remarcó que los propios funcionarios confesaron que “el software que permite la detección no funciona como tal”.
Con respecto a la intencionalidad o no de la falta de controles, Despouy afirmó que deberá ser la Justicia la que determine si existen o no conductas delictivas.
El titular de la AGN se expresó en estos términos después de que se conociera un informe de Naciones Unidas según el cual el país se ha convertido en el tercer proveedor de cocaína en el mundo, por detrás de Brasil y Colombia.
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