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Ricardo Alfonsín lanzó su candidatura a diputado

El radical Ricardo Alfonsín lanzó su candidatura a diputado nacional por Buenos Aires. Desplegó un discurso orientado a la construcción de un proyecto hacia el 2015 y lanzó duras críticas al oficialismo.

«Vamos a darle una derrota electoral a nivel nacional al kirchnerismo», confió Alfonsín durante el mensaje que se extendió por poco menos de una hora y advirtió que «la sociedad le va a decir que no» al kirchnerismo en los comicios de octubre. A un mes de la presentación de las listas que competirán en las primarias abiertas, Alfonsín se anticipó al resto de sus posibles socios del Frente Amplio Progresista -representado en la provincia por la líder del GEN, Margarita Stolbizer-, y presentó su candidatura, aún sin saber qué lugar ocupará en la boleta.

Si bien su objetivo inmediato es renovar su banca como diputado hasta el 2017, su discurso repasó la mayoría de los ejes que utilizó durante su campaña presidencial de 2011 y no prestó tanta atención al programa legislativo que la UCR llevará al Congreso a partir del año que viene. «Nos tenemos que reunir con fuerzas que, a pesar de pensar igual, estamos separados», convocó Alfonsín desde el escenario de la mítica Federación de Box, donde su padre Raúl lanzó su postulación presidencial, e instó a «crear una alternativa para 2015 que pueda reemplazar al Gobierno, pero sin volver atrás», en rechazo a la aplicación de políticas neoliberales». En una imitación del conocido cántico dedicado a la presidenta Cristina Fernández, los militantes de la Juventud Radical arengaron al dirigente: «Ricardo, Ricardo, Ricardo corazón, acá tenés los pibes para la liberación».

Desde la platea lo acompañaron el titular del Comité Nacional, Mario Barletta; la presidenta de la Convención, Lilia Puig; el auditor General de la Nación, Leandro Despouy, y legisladores como Ricardo Gil Lavedra, Manuel Garrido, Miguel Giubergia y Atilio Benedetti. También lo acompañaron intendentes y dirigentes bonaerenses, mientras que entre los ausentes se ubicaron el ex vicepresidente Julio Cobos -que envió una adhesión- y el senador Ernesto Sanz, que justificó su inasistencia en que «en muchos lugares hay competencia y mi intención es no interferir en esa lucha ni para un lado ni para el otro», dijo.

Alfonsín remarcó que «estamos en un año en el que los argentinos tenemos que tomar decisiones importantes y, entre todos, definir en qué Argentina queremos vivir y cuáles cosas queremos cambiar». Entre silbidos, llamó a hacer un balance al cumplirse «10 años de administraciones kirchneristas» y entre sus principales críticas sostuvo que el Gobierno «no ha sabido aprovechar las circunstancias extraordinarias y favorables para la Argentina y para toda América latina» de la última década.

Asimismo, cuestionó la «pérdida de la soberanía energética», instó a «un proceso inteligente de industrialización» y lamentó que la Justicia comenzó a «perder la independencia para controlar al gobierno de turno»

En ese contexto, convocó a los dirigentes de la oposición a conformar «una lista común de consejeros» para integrar el Consejo de la Magistratura, de acuerdo a la reciente ley sancionada por el Congreso que modificó el mecanismo de elección, si es que no prospera el pedido de inconstitucionalidad que hizo su partido. A solo dos días de la celebración de la Revolución de Mayo, Alfonsín lució una escarapela sobre su camisa blanca y se permitió hacer una broma, al llevar sobre el escenario un bolso negro en el que aseguró que «un funcionario se lleva viviendas, educación y salud», en alusión a los escándalos por presunto lavado de dinero.

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