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Río Negro: Destruyen 96.000 plantas que llegaron con plagas

El cargamento tenía como destino el Alto Valle y provenía de Bélgica. Tiene un valor de 1 millón y medio de pesos en productos frutícolas que fueron incinerados por orden del Senasa.

La oportuna intervención de personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria permitió detectar la presencia de plagas cuarentenarias para la región en un cargamento de 96.000 plantas de manzanas que fueron adquiridas en Bélgica y que tenían como destino final el Alto Valle.

El costo del cargamento, según pudo averiguar «Río Negro», estaría en alrededor de 1,5 millones de pesos, tomando sólo en cuenta el valor de las plantas, aunque la cifra podría llegar a duplicarse si se agregan costos de envío y todos los trámites necesarios para ingresarlas al país.

Tras los análisis de laboratorio del Servicio «se detectó la presencia de ácaros vivos de distintos taxones y nematodos vivos de Pratylenchus fallax. En resguardo del patrimonio fitosanitario del país se ordenó la incineración de la totalidad de la carga importada», indicó el organismo.

La intervención del Senasa se concretó en cumplimiento de la normativa sanitaria vigente respecto al material vegetal importado y en resguardo del patrimonio fitosanitario.

La carga, compuesta por 17 pallets, pertenecía a una empresa frutícola internacional que opera en la región «la cual realizó la importación respetando los procedimientos exigidos por el Senasa».

Tras los controles cuarentenarios correspondientes, el laboratorio de análisis vegetal del Servicio detectó la presencia de ácaros vivos de distintos taxones y nematodos vivos de Pratylenchus fallax, una plaga cuarentenaria para nuestro país.

Según informó Senasa, «ante esta situación la empresa debía optar por reembarcar a origen o destruir la totalidad de la carga, la que en todo momento permaneció en un depósito cuarentenario, precintada y con la vigilancia fitosanitaria de los profesionales del Centro Regional Patagonia Norte del Servicio».

Finalmente, el Organismo Sanitario ordenó la destrucción total del material importado incinerándolo «bajo estrictas normas de seguridad fitosanitaria».

El coordinador de Protección Vegetal en la Norpatagonia, Víctor Figueroa, explicó «que en resguardo de la sanidad vegetal del país y para evitar el ingreso de plagas que son cuarentenarias se quemó la totalidad del material en un horno de residuos patológicos ubicado en el parque industrial de Neuquén capital».

El costo de mantener la región libre de plagas es infinitamente mayor al de cualquier envío que deba destruirse por razones sanitarias.

(Diario Río Negro)

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