(Río Negro, mayo 18 de 2013/diario Río Negro) – Susana Freydoz, condenada por matar a su marido, el entonces gobernador Carlos Soria, abandonó el hospital de Cipolletti a las 6.35 de la mañana de hoy, en un auto que la condujo hasta el aeropuerto de Neuquén, donde abordó el avión que la llevó a Buenos Aires.
Fue internada en una clínica privada especializada en adicciones del barrio de Almagro, llamada Avril, por cuyas instalaciones pasaron famosos como Charly García y Maradona.
El traslado fue dispuesto por el Servicio Penitenciario Provincial con la aprobación de una cámara criminal de Roca y la anuencia de los hijos de Freydoz, luego de que la mujer intentara suicidarse en la habitación del hospital cipoleño donde estaba internada desde antes de ser juzgada. Por ese hecho, un fiscal imputó a 60 trabajadores sanitarios.
Freydoz viajó en un avión sanitario junto a su hija María Emilia Soria.
Mantenerla en la cárcel era “insostenible”
El gobierno rionegrino fue el que decidió trasladar a Buenos Aires a Susana Freydoz, condenada a 18 años de prisión por el crimen de su marido, Carlos Soria. La propuesta la hizo el Servicio Penitenciario Provincial, que depende del ministerio de Gobierno, en virtud del intento de suicidio que la mujer protagonizó en abril. Fue consentida por la Cámara Criminal Primera de Roca.
La idea de trasladar a Freydoz a la clínica Avril surgió del entorno familiar, ante la inexistencia en la provincia de unidades carcelarias aptas para el alojamiento de una detenida de las características de la viuda de Soria. Su permanencia en el hospital de Cipolletti se tornó insostenible tras el intento de suicidio y aún más luego de la apertura de una causa penal contra más de 60 profesionales y empleados del centro de salud. Su traslado a un pabellón de mujeres de alguna de las seis cárceles de la provincia fue considerado inviable por el Servicio Penitenciario.
Los jueces Carlos Gauna Kroeger, María Evelina García Balduini y Fernando Sánchez Freytes resolvieron autorizar el traslado a la clínica Avril, en una resolución que sostiene que «no se advierten objeciones que formular» a la propuesta de los hijos del matrimonio Soria-Freydoz al SPP.
Freydoz deberá ingresar a la clínica en carácter de detenida, pero aún no se aclaró quién estará a cargo de su vigilancia permanente. En Cipolletti la viuda de Soria tuvo custodia policial durante las 24 horas.
El tratamiento de Freydoz en Buenos Aires se extenderá cuatro meses. Todo depende de su diagnóstico y evolución. En una primera instancia, los médicos especialistas realizarán un estudio para determinar si la mujer padeció algún daño neurológico. Cuando estuvo internada en la terapia intensiva del hospital de Cipolletti se quitó una sonda y eso le habría provocado una hipoxia. Aseguran que tiene intervalos de desorientación e incoherencia.
La paciente también será examinada por psicólogos y psiquiatras y una vez que se evalúe su situación, los profesionales determinarán el tipo de tratamiento. Cuando fue condenada, dijeron que padecía una profunda depresión con ideación suicida, aunque desde que intentó suicidarse en abril dejaron de suministrarle medicación. Hace más de una semana que salió de la terapia y fue trasladada a una habitación común y desde entonces sólo está tomando un somnífero para combatir el insomnio. Está delgada y con la presión baja.
La causa que inició el fiscal Cid por el intento de suicidio tiene 66 imputados y la acusación quedó dividida en dos grupos. Según pudo confirmar «Río Negro» a través de los abogados, a los profesionales que tuvieron intervención directa en el tratamiento se los acusó de una presunta mala praxis y de no informar periódicamente a la Cámara el diagnóstico de la mujer. Al resto de los empleados del hospital –están incluidos los enfermeros, terapeutas y el personal del limpieza– se les imputó el descuido de la paciente y sobre todo no haber advertido que acumulaba pastillas para matarse.
El abogado Martín Segovia le confirmó a «Río Negro» que asumirá la defensa del grupo de la profesionales, entre las que se encuentran la directora del hospital, María Luz Riera, y la psiquiatra Alicia Hermida.
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