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Patagonia trágica: Hallan restos de un fusilado en 1922

Son restos óseos del italiano Paladino, asesinado en los primeros días de 1922 en el norte de Santa Cruz. Es parte de una acción interdisciplinaria para determinar la “Ruta de la Huelga de 1921”.

(Río Gallegos, abril 10 de 2013/La Opinión Austral) – Los restos óseos de un hombre fusilado en las huelgas obreras de 1921 fueron recientemente identificados, siguiendo los relatos que fueron tomados en la década del ‘70.

Los restos pertenecen al italiano Angel Paladino, fusilado por el subteniente Loza, del Regimiento 10 de Caballería, en los primeros días de 1922.

Un historiador de la localidad de Gobernador Gregores fue quien hizo la constatación del lugar, ubicado en campos de estancia “Los Manantiales”, en el norte santacruceño. “Como en otros casos, el sitio no pertenece más a la estancia citada en testimonios de finales de los ‘60, aunque en esta oportunidad el cuadro podría seguir conociéndoselo con el mismo nombre, ya que un cerro homónimo está posicionado como hito sobresaliente en ese lugar”, dice en un reciente informe Marcelo Serafini, quien además es concejal de su localidad.

Huesos de una mano y un antebrazo fueron encontrados al costado de una gran piedra, donde el cuerpo quedó a la intemperie desde el momento de su asesinato por parte de los militares.

Serafini siguió la ruta que le marcaron los testimonios históricos de Antonio Tiznao, quien a principios de la década del ‘70 contó que había sido ovejero de la estancia “San José” de Miguel Iriarte, en diciembre de 1921, siendo testigo de los hechos ocurridos en esa zona cercana a Pico Truncado.

Acompañado de un baqueano de 69 años, Atilio Antinao, el historiador logró ubicar la piedra junto a la cual habían quedado los restos humanos del fusilado.

“A él lo traían con otra gente hacia la estancia de Helmich, los traían a caballo, de a dos, de pronto a Paladino lo hicieron bajar del caballo, que se lo pasaron a un compañero, lo hicieron sentarse en una piedra y lo fusilaron. (…) Estaban allí sus huesos y todavía se conservaba una gorrita visera. Los restos estuvieron siempre a la descubierta, al lado de la piedra redonda donde lo hicieron sentar. Cuando pasábamos le poníamos unas matitas de calafate para cubrir los huesos”, fue el testimonio dado oportunamente por Antonio Tiznao al historiador Osvaldo Bayer, que en esos años investigaba los sucesos de las huelgas santacruceñas.

La investigación para encontrar los restos humanos se enmarca en una tarea colectiva que se realiza desde la localidad de Gobernador Gregores, consistente en demarcar los puntos de la denominada “Ruta de las Huelgas de 1921”, que por ahora va desde el centro hasta el noreste de la provincia.

Serafini participa como investigador de un trabajo interdisciplinario que en esa localidad reúne a vecinos, instituciones educativas y a la empresa propietaria de la estancia Los Granaderos, capitales privados que explotan la actividad turística.

En estos días se trabaja en un segundo caso, también en esa parte de Santa Cruz, ya que se intenta encontrar la tumba de un dirigente fusilado en la misma huelga.

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