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Píparo identificó al hombre que le habría disparado

La mujer participó hoy de la reconstrucción del hecho, y acusó a uno de los detenidos de haber disparado contra ella en 2010.

Tras su doloroso relato ante la Justicia, Carolina Píparo participó hoy de la reconstrucción de la «salidera bancaria» en la que fue baleada en 2010 cuando estaba embarazada, lo que provocó la muerte del bebé, y habría identificado al autor del disparo.

Los jueces del Tribunal Oral Criminal II realizaron hoy la reconstrucción, donde el abogado Rubén Carrazone, defensor del acusado Carlos Burgos, dijo que la víctima identificó a Carlos Moreno, otro de los enjuiciados.

Ante la identificación, Píparo deberá ratificar sus dichos ante el Tribunal Oral Criminal II en el juicio oral y público, por lo que se prevé que la mujer declare entre mañana y el miércoles.

El proceso comenzó el lunes con el relato de Píparo sobre la pesadilla que vivió, aunque aquel día no pudo identificar al autor de los disparos. Sin embargo los testigos María Elena Cometa -madre de Píparo- y Tomás Víctor Trebec, que pasaba por el lugar, identificaron a Burgos como el tirador.

Entonces Burgos, de 20 años, pidió declarar, se proclamó «inocente» del ataque armado y responsabilizó a Moreno, con quien guarda un similar aspecto físico. «Luciano (López) me contó que él manejaba la moto y (Carlos) Moreno fue el que le hizo daño (a Carolina)», acusó el joven, que tenía 18 años al momento del robo.

También dijo que a la hora del robo estaba en su casa durmiendo y, señalando con el dedo índice a sus compañeros del banquillo de los acusados, afirmó: «La verdad está ahí».

Burgos comenzó su declaración contando que la noche previa a la salidera fue a bailar con un amigo suyo -detenido meses después por un robo a un supermercado-, que luego regresaron a la madrugada a su casa y se fueron a dormir.

Al mediodía, según su relato, fue despertado por su madre, Marcela Luján Pérez, porque dos policías habían llegado a su domicilio pidiéndole que se presente en la comisaría 2da. por una notificación.

La madre les dijo a los uniformados que una vez que su hijo se levantara y almorzara irían a la dependencia policial, pensando que como el joven había salido hacía pocas semanas de un instituto de menores debería notificarse por ese motivo.

En la comisaría, recordó Burgos, fue llevado con su madre a un patio, luego a una oficina en donde -afirmó- «entraron tres oficiales con muchas estrellas, me agarraron y me sacaron fotos», y quedó detenido, acusado de participar del robo.

Burgos sostuvo hoy: «Soy inocente y esto me está haciendo mal. No puedo entender cómo me apuntan a mí. Yo estaba durmiendo ese día».

Según el joven, el lunes pasado, cuando los siete enjuiciados aguardaban encerrados en la celda del tribunal, llamada vulgarmente «leonera», al inicio del proceso, López, Moreno y Carlos Jordán Juárez -tres de los imputados- le dijeron que se quedara «tranquilo” porque iban a declarar su supuesta culpabilidad.

Y luego buscó con la mirada a Píparo entre el público y expresó: «Si quiere la verdad se la voy a dar yo». Tras lo cual, opinó: «Se equivocaron mal» quienes lo identificaron, en referencia a María Elena Cometa -madre de Píparo- y Tomás Víctor Trebec, un electricista que pasaba por el lugar.

Burgos, que el viernes cumplirá 21 años, estuvo alojado en su adolescencia en un instituto de menores y recuperó la libertad unas semanas antes de la salidera: «Salí decidido a disfrutar de mi familia. Me invitaron a volver a robar, me ofrecieron una pistola y yo no la acepté. Aprendí a decir no», afirmó.

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