Publicado en

El gobierno de Scioli insiste: «La provincia ya no da para más»

Reclamar fondos no es un paso hacia la ruptura, dijo Montoya, funcionario clave del gobernador

Lejos de aplacarse, el reclamo de fondos que encaró en los últimos días la administración de Daniel Scioli se endureció ayer después de las críticas que recibió el gobernador por parte del vicepresidente Amado Boudou y de otras figuras centrales del kirchnerismo.

«Lo primero que hay que entender es que la situación estructural de la provincia de Buenos Aires ya no da para más. La provincia ya no tiene margen operativo para funcionar de esta manera y seguir prestando los servicios comprometidos», advirtió ayer ante LA NACION el presidente del Grupo Bapro, Santiago Montoya, que ejerció como un vocero técnico del gobierno bonaerense en la disputa con la Casa Rosada por el reparto de la renta nacional.

Montoya aseguró que Scioli le encomendó desde Italia que fijara la posición oficial. Pero subrayó que «no existe ningún anticipo de maniobra política rupturista».

El viernes Boudou descolocó al sciolismo al tildar el reclamo de «cobardía política», pero ayer el gobierno provincial se unificó en una idea: no abandonar la discusión y tratar de que la opinión pública comprenda la gravedad de la situación.

Montoya recordó ayer que «fue el propio Néstor Kirchner quien habló de la necesidad de reorganizar la distribución de recursos y, en ese contexto, le planteó a la provincia la misión de mejorar la administración tributaria y recortar el gasto».

El conflicto explotó el miércoles pasado, cuando el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, remitió al titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, en la que solicitaba una audiencia para volver a discutir el régimen de coparticipación federal y la posibilidad de eliminar el tope de 650 millones de pesos fijado para el Fondo del Conurbano.

Según los cálculos de la ministra de Economía bonaerense, Silvina Batakis, sólo en 2012, la provincia debió percibir unos 12.000 millones de pesos con los que podía haber cubierto buena parte del déficit fiscal.

Para Boudou , eso fue «un acto de cobardía política» y «un error institucional». Lo hizo en una reunión de intendentes y dirigentes bonaerenses que apoyaron el liderazgo de Cristina Kirchner.

Con la férrea intención de evitar referirse directamente a Boudou, Montoya consideró: «Estamos en un año donde el clima político puede volverse turbulento y hay que bajar un cambio y serenarse». Pero añadió: «Lejos de cualquier cobardía, el gobernador ha preservado siempre la gobernabilidad al aportar sus votos a este modelo que han ayudado al gobierno nacional mucho más que lo que lo han hecho, juntos, muchos de los que hablan mal de Scioli. Es un error plantear que el planteo por una rediscusión por los fondos es un primer paso hacia una ruptura».

-¿Ustedes creen que la reacción de Boudou se debe a que desde el kirchnerismo se vislumbra una ruptura con Scioli?

-Si lo piensan se equivocan.

-Fue usted quien lo mencionó.

-Yo lo que digo es que tras las acusaciones de cobardía no creo que esté el Gobierno. Hay muchos funcionarios y dirigentes que cuestionan a Scioli por sus aspiraciones para 2015, pero ellos no piensan en otra cosa todo el día. La diferencia es que Scioli siempre estuvo, con su estilo, con este proyecto. Al punto que en 2011 se le ofreció a la ciudadanía votar a Cristina (Fernández de Kirchner) con otra opción de gobernador y la gente eligió a Scioli porque lo ve como parte del modelo.

Según Montoya, algunos creen que el planteo por los fondos en un año electoral y con las paritarias en ciernes resulta contraproducente. «Yo les puedo asegurar que la situación provincial es tan crítica que no plantear las cosas sería una irresponsabilidad y acá lo que se busca es la gobernabilidad», insistió.

Montoya no fue el único funcionario en ratificar el reclamo de fondos después del ataque de Boudou. El ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía, consideró que «la provincia es la que recibe el peor trato en materia de distribución, pero no de un gobierno sino de un régimen de repartos de recursos».

A las voces del sciolismo se sumó también el titular del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, que desplegó la misma línea argumental al sostener que hay que enfocarse «en la discusión por los recursos y la distribución» de la renta federal.

«Después de haber hecho algunas reformas tributarias que no se hacían hace 40 o 50 años en la provincia de Buenos Aires, ahora creemos que es el momento de discutir con altura, con respeto, con ideas y sin agravios todo lo que hace a una cuestión importante», dijo en declaraciones radiales.

Jorge Telerman, encargado de Cultura de la provincia, se sumó a la polémica: «Revertir la anomalía en el reparto de fondos federales debería ser el gran desafío de toda nuestra dirigencia nacional».

Más duro y con un perfil netamente político, el legislador sciolista Baldomero Álvarez de Olivera le apuntó directamente al vicepresidente: «El error institucional es que Boudou se aferre a su sillón y el verdadero acto de cobardía es no defender los intereses de los bonaerenses», declaró.

Comentarios