(Punta Arenas, enero 18 de 2013/La Prensa Austral) – Hondo impacto generó ayer la repentina muerte de un niño de 14 años, hijo único y sobresaliente alumno que había egresado a comienzos de diciembre del octavo básico “Otway” en la Escuela Patagonia.
Felipe Ignacio Garcés Márquez era hijo de un funcionario de Aeronáutica y no padecía de ningún tipo de enfermedad. Ayer, al momento de ser despertado por su madre, alrededor de las 11 de la mañana, presentó convulsiones, por lo que se solicitó la presencia del Samu. No obstante, la madre optó por trasladarlo por sus propios medios. El menor ingresó al Servicio de Urgencias en paro cardiorrespiratorio, del cual no pudo ser recuperado.
El infarto le habría provocado un aneurisma cerebral. La autopsia médico legal a la que será sometido su cuerpo esta mañana, revelará la causa precisa del fallecimiento.
El malogrado escolar vivía en el pasaje Granada de la villa Los Españoles y en los últimos dos días había llamado la atención de su entorno familiar, el relato en el que daba cuenta de una extraña sensación que lo atemorizaba cuando trataba de conciliar el sueño.
Su temor quedó reflejado en dos testimonios que dejó escritos en la red social Facebook.
El martes 15 de enero, a las 11,11 horas, escribió: “Y aún sigo despierto…qué me estará pasando que no puedo dormir…cuanto estoy a punto de dormir siento como que alguien me mirara detrás de mi cortina y alguna vez lo veo y cuando parpadeo ya no está, pero, sigo sintiendo que me observa”.
Mientras tanto, el miércoles 16 de enero, a las 13,28 horas, apuntó: “Dos días sin poder dormir, cada vez veo a la sombra más cerca de la ventana, y si no me equivoco, la escuché respirar”.
Ejemplar hijo y buen alumno
“Pipe”, como lo llamaban sus familiares y amistades, era un ejemplar hijo y muy buen estudiante. Era alumno del Conservatorio de Música de la Casa Azul del Arte, donde tocaba violín.
Siempre sobresalió por sus buenas notas en el colegio y destacó lo que le valió obtener uno de los mejores promedios al momento de egresar de la enseñanza básica. Había sido matriculado en el Liceo Experimental de la Umag y sus padres ya le habían comprado su uniforme. Su mayor sueño era ser médico forense.
Sus padres Oscar Garcés Gómez y María Márquez Bahamonde están con el corazón destrozado por la sorpresiva muerte de su hijo. La noche del miércoles durmió con ellos, debido al extraño presentimiento que lo había acompañado durante dos noches.
El fallecimiento de Felipe Garcés ha calado hondo en la comunidad educativa de la Escuela Patagonia.
Sus restos serán velados a partir de esta tarde en el parroquia Fátima, en el barrio 18 de Septiembre.
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