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«Pregúntenle a Dios porqué todas las causas me tocan a mí»

El juez Norberto Oyarbide descartó ayer acuerdos para que las investigaciones sensibles recaigan en su juzgado. «Pregúntenle a la Cámara Federal», sugirió.

Juez Norberto Oyarbide

Según explicó, la sensación de que las causas importantes recaen en su escritorio puede responder a que siempre se trata de «temas muy sonoros y que tienen muchas reverberancias». «Hablen con Dios y pregúntenle por qué me tocan a mí», acabó por sugerir.

Desmintió presiones, ya que «no aparece nadie con una escopeta. Con la palabra presión uno puede imaginarse distintos tipos de situaciones, como personas que vienen a amenazarlo o que lo golpean. Pero no sucede nada de eso. Es sólo la presión que uno tiene personalmente en su propia alma», explicó.

Por otra parte, Oyarbide se refirió a la investigación sobre el desvío de fondos por parte de la fundación Sueños Compartidos de las Madres de Plaza de Mayo, en la cual su ahora ex apoderado, Sergio Schoklender, es apuntado como el principal responsable.

El magistrado anticipó que «a mediados de este mes» se conocerá su resolución de mérito en el caso, pero aclaró que la investigación conlleva desentrañar un «andamiaje muy difícil» para el que requiere un equipo de «más de 50 expertos que trabajan hasta los fines de semana».

Sobre los rumores de su jubilación, señaló que no piensa en eso: «Voy a continuar todo el tiempo que Dios me dé», anticipó.

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