El gobierno de las Islas Malvinas condenó «enérgicamente el violento acto de intimidación llevado a cabo por el grupo extremista Quebracho» contra las oficinas comerciales de compañías que enviaban cruceros con turistas a la región.
Dick Sawle, quien declaró hoy en nombre de la Asamblea, se refirió al ataque y consideró que fue llevado a cabo en protesta por la participación de la compañía en los cruceros de servicio que visitan tanto las Malvinas como la Argentina.
En ese sentido, el legislador kelper lamentó que «ese acto» haya provocado que «al menos un operador de cruceros cancelara sus operaciones en las Islas Malvinas».
Para Sawle, se trata de un nuevo ejemplo de que «un país de más de cuarenta millones de personas trata de intimidar y amenazar a nuestras tres mil personas» para «estrangular» la economía de los isleños.
«Lamentamos esto, y animamos a la industria turística a que se mantenga firme y no sienta temor ante los intentos de dañar nuestra economía de un modo equivalente a un bloqueo económico», señaló Sawle en declaraciones que reproduce el diario The Penguin News.
El legislador remarcó que hay «innumerables familias» isleñas que para vivir «dependen de la industria de los cruceros turísticos«.
«Las Islas Malvinas es un destino turístico espectacular y un lugar fantástico para hacer negocios. Disfrutamos de una cálida relación con la industria turística, y esperamos seguir trabajando con los operadores de buques largos en el futuro», anheló el funcionario.
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