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Tierra del Fuego, la más afectada por el cáncer de mama

Junto con Capital Federal, es el distrito con mayor porcentaje de muertes por el mal. Jujuy y Santiago del Estero son las provincias con menor incidencia. Lo que hay que saber.

En Argentina 20,1 mujeres cada 100.000 padece cáncer de mama, en especial a partir de los 50 años, pero esta cifra varía según la zona geográfica, según informó el Ministerio de Salud de la Nación, de acuerdo con datos del Instituto Nacional del Cáncer (INC). Tierra del Fuego y Ciudad de Buenos Aires son las regiones donde se registra un mayor grado de mortalidad.

El cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres en país, con unos 5.400 fallecimientos anuales, y se estima que se producen 18.000 nuevos casos por año, lo cual representa el 17,8% del total de incidencia de cáncer a nivel nacional.

Mamografía y detección temprana

Hablar de cáncer de mama desde el Estado implica referirse fundamentalmente al control de esta patología, afirmó el ministro de Salud, Juan Manzur, en este Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama. «Cuando hablamos de esta patología debemos hablar fundamentalmente de control, y por ello desde el Estado se trabaja para garantizar efectivamente el acceso de toda la población no sólo a la detección temprana, sino también al diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado» del cáncer de mama, dijo Manzur.

El ministro se refirió a «la mamografía, una práctica disponible en todos los centros de salud y hospitales del país», como el método de detección que mayor impacto tiene sobre los índices de mortalidad por cáncer de mama.

La Sociedad Argentina de Mastología (SAM) estimó hoy que en el país hay cerca de 18.000 casos nuevos de cáncer de mama por año y destacó que si se detectan a tiempo casi todos ellos pueden curarse.

La SAM difundió un informe en el que enfatizó que una de cada 8 mujeres tendrá esta enfermedad en algún momento de su vida.

Para la detección temprana de un problema, la mamografía «es el procedimiento que permite identificar tumores pequeños, de mayor posibilidad de cura y que pueden ser tratados con cirugía», advirtió Manzur.

Para mejorar la efectividad de las mamografías, el Instituto Nacional del Cáncer, dependiente del ministerio de Salud, brinda capacitación a profesionales en control de calidad de servicios mamográficos, a fin de garantizar la seguridad de las pacientes.

En Argentina, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres, con unos 5.400 fallecimientos anuales, y las estimaciones de nuevos casos por año ascienden a 18.000, lo que representa el 17,8% del total de incidencia de cáncer.

La coordinadora del Programa de Control de Cáncer de Mama del INC, María Viniegra, indicó que, «además del Papanicolaou (PAP) y del chequeo de la presión arterial, por ejemplo, las mujeres deben hacerse un examen físico mamario».

«Si hay factores de riesgo, como antecedentes familiares, la mamografía debe realizarse desde los 40 años, mientras que si no hay antecedentes, la detección se apoya en la mamografía entre los 50 y 70 años», informó.

El INC recomienda enfáticamente que las mujeres entre 50 y 70 años sin síntomas y sin antecedentes familiares con cáncer realicen una mamografía al menos cada dos años.

En el país, la tasa de mortalidad por cáncer de mama es de 20 por cada 100.000 mujeres, fundamentalmente a partir de los 50 años, cifra que varía según la zona geográfica.

Preguntas frecuentes:

–         ¿Cuáles son las principales causas, factores de riesgo y métodos de prevención?

–         El cáncer de mama es una enfermedad multifactorial. Es el producto de diferentes factores de riesgo y de estilos de vida, así como también de una carga genética que predispone a la mujer a enfermar o no. Son factores de riesgo: los antecedentes familiares de esta enfermedad, ser mayor de 50 años, un estilo de vida sedentario, el alto consumo de grasas, el exceso de peso y el consumo de alcohol más que moderado.

–         Pero la buena noticia es que sobre muchos de estos factores se puede actuar para disminuir el riesgo. Se ha detectado que llevar una vida saludable puede cambiar mucho el espectro de enfermedades no sólo oncológicas sino también cardiovasculares. El ejercicio físico aeróbico, por ejemplo, puede operar en la reducción de riesgo del cáncer de mama, especialmente en la postmenopausia.

–         Menos del 5% de todos los cánceres de mama están relacionados con factores genéticos que son muy determinantes.

–         ¿A qué edad las mujeres deben realizarse mamografías? ¿Cada cuánto tiempo deben controlarse?

–         La incidencia del cáncer de mama aumenta a partir de los 45-50 años, y la mortalidad por cáncer de mama aumenta unos años después de esa edad. La evidencia científica muestra que el grupo en el que la mamografía brinda más réditos es el de mujeres de 50 a 70 años.

–         Estudios hechos cada dos años parecieran ser tan efectivos como los realizados con más frecuencia, además de tener menos tasas de sobrediagnóstico y efectos adversos. Esto no quiere decir que mujeres fuera de ese rango etario no deban hacerse mamografías.

–         Es muy importante tener en cuenta que tanto en las mujeres de entre 40 y 50 años como en las mayores de 70 la decisión de hacer o no una mamografía debe ser personalizada. La mujer debe hablarlo con su ginecólogo/a o con su médico/a de cabecera, y valorar los pros y los contras de hacer el estudio mamográfico.

–         Cualquier intervención médica trae aparejados costos y beneficios. El beneficio potencial de la mamografía es el poder diagnosticar tempranamente una enfermedad y ofrecer por lo tanto mejores oportunidades de cura.

–         ¿Cuáles son los avances científicos más notables en la última década?

–         Se sabe que el cáncer de mama no es una enfermedad sino una familia de enfermedades que se originan en la misma glándula, pero no en las mismas células ni por los mismos mecanismos. Cada vez es más claro que los diferentes subtipos de cánceres de mama se comportan diferente y tienen distintos pronósticos y respuestas a tratamientos.

–         Uno de los grandes avances en el cáncer de mama es la descripción de los perfiles moleculares. Esto permite el desarrollo de moléculas que están destinadas a modificar algunos procesos muy críticos dentro de los mecanismos celulares.

–         Muchos grupos de investigación en el país trabajan para desarrollar marcadores (genéticos) que permitan predecir cómo se comportarán determinados cánceres en cada paciente. Estas investigaciones pueden servir para predecir qué tratamientos van a ser más útiles en cada tipo de tumor, ya sea con tratamientos tradicionales como puede ser la hormonoterapia, la quimioterapia, la radioterapia, o con tratamientos más modernos como los anticuerpos monoclonales.

–         ¿Qué tipo de exámenes diagnósticos existen?

–         Básicamente hay dos formas de detectar el cáncer de mama. Una es cuando el cáncer provoca síntomas, a través de un nódulo palpable o de alguna alteración en las características de la mama. En un estado avanzado de la enfermedad se pueden observar síntomas como retracción del pezón, retracción o cambios en el color de la piel, prurito o lesiones descamativas en el pezón.

–         Por otra parte, existe la posibilidad de detectar el cáncer de mama en su fase asintomática, cuando todavía la lesión no es palpable, o es mínimamente palpable, y eso se hace a través de una mamografía.

–         Hay otros métodos diagnósticos por imágenes, como la ecografía, que se usa en forma complementaria a la mamografía. Y también hay un método más sofisticado, que es la resonancia nuclear magnética, que se emplea en mujeres con mucha carga familiar en las que hay detectadas mutaciones genéticas o se presupone que puede haber mutaciones genéticas, y también se utiliza en algunas mujeres con mamas extremadamente densas o que tengan prótesis mamarias.

–         Sobre la calidad mamográfica

–         En la Argentina, la densidad de mamógrafos varía en las diferentes jurisdicciones entre 0,42 y 13,6 cada 10.000 mujeres de la población objetivo. Si se considera una utilización del equipamiento de ocho horas diarias, cinco días por semana, a razón de tres mamografías por hora, se calcula que una densidad de un equipo por 10.000 mujeres permite cubrir a más del 70 por ciento de la población en un esquema de tamizaje bienal (cada dos años). Esto implica que la mayoría de las jurisdicciones cuenta con equipos necesarios para cubrir a su población.

–         Si bien la cantidad de mamógrafos disponibles es fundamental, otro elemento a tener en cuenta es la cantidad de horas de funcionamiento. Es imprescindible que los mamógrafos funcionen a tiempo completo para efectuar el mayor número posible de estudios por hora. Es importante que los equipos sean adecuadamente utilizados porque son costosos y fueron adquiridos para brindar un servicio a la población. Además, es claro que la calidad de un servicio muy productivo es superior a uno subutilizado.

El cáncer de mama en cifras en Argentina

–             El cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres.

–          Se producen 5.400 muertes por año por cáncer de mama.

–          La tasa de mortalidad por cáncer de mama en el país es de 20,1 cada 100.000 mujeres.

–          Se estima que se producen 18.000 nuevos casos por año, lo cual representa el 17,8% del total de incidencia de cáncer en Argentina.

–          Argentina, luego de Uruguay, es el país de América con la tasa de mortalidad más alta por cáncer de mama (con 20,1 y 24,3 defunciones cada 100.000 mujeres respectivamente). Ecuador y México tienen las tasas más bajas (con 10 y 10,5 defunciones cada 100.000 mujeres respectivamente).

–          En el país se presenta una gran diferencia en la tasa de mortalidad entre diferentes provincias. Jujuy y Santiago del Estero están entre las que tienen un índice más bajo (14 y 14,2 respectivamente), mientras que Tierra del Fuego y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son los lugares en donde se da una mayor mortalidad (26,5 y 28 respectivamente).

–          Las tasas de mortalidad por cáncer de mama más elevadas se dan entre los 50 años (41,6 cada 100.000 mujeres) y los 80 años o más (215,8 cada 100.000 mujeres).

–          El cáncer de mama es el cáncer de mayor incidencia en mujeres, con una tasa de 74 casos por cada 100.000 mujeres.

–          Más del 75% de las mujeres con cáncer de mama no tienen ningún antecedente familiar de dicha enfermedad.

–          Para el cáncer de mama la detección temprana es fundamental, ya que los tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación.

–           1% de los cánceres de mama se presenta en hombres.

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