La ciudad de La Rioja se vio conmocionada esta semana luego de la denuncia de varios vecinos que alertaron ante los medios la presencia de un féretro con restos humanos abandonado en el parque industrial de la capital.
El ataúd, que databa de 1971, cuando el cementerio municipal El Salvador era el único de la ciudad y pertenecía al fallecido Ramón Eloy Macías, estaba ubicado frente a la empresa Tetra Pack, en un predio donde se arrojaban escombros y que no está autorizado como basural
Una periodista que concurrió a verificar el hallazgo fue la única que realizó una denuncia policial.
Tras conocerse la noticia, el encargado del cementerio municipal de La Rioja dijo que el abandono del cajón en ese lugar fue sólo un «error sin malas intenciones» por parte del encargado de «reducir» los cadáveres. Y apuntó que el empleado no habría advertido que había un féretro y «unos huesitos» (sic) de Macías entre los escombros que se tiraron en un lugar.
Aparentemente todo comenzó en un conflicto entre familias del que derivó la orden de reducir los restos de otro fallecido, pero hubo un primer error al extraer y tirar al difunto equivocado, de otra familia.
El empleado «tiene la autorización para reducir a Florentino Pasos, pero aparentemente nunca fue reducido», dijo Walter Narváez a Medios Provincia. «Acá hay un error de parte del matriculado» (el empleado) al no haber confirmado qué cuerpo debía sacar y por «haber olvidado unos huesitos» en el ataúd, añadió.
Narváez señaló que «si se ha equivocado él de ataúd ya es problema de él, no es que nosotros autorizamos a reducir a Macías». También desligó su responsabilidad por cómo y dónde se tiraron los restos: «Fue una negligencia de ellos, de quienes retiran los escombros de acá».
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