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La increíble historia de un narco, millonario a los 24 años

Volvía a Ezeiza desde Colombia con su novia. Supo que lo buscaban y se quedó en la capital peruana. Su historia es increíble: a los 24 años es millonario. Y en Argentina no tiene prontuario.

El miércoles 26 de septiembre pasado unos 160 efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) sacudieron las calles rosarinas con once allanamientos. El megaoperativo estaba orientado a capturar a un muchacho de 24 años apodado Nacho u Ojitos, a quien se apunta como el proveedor de la droga que vendía Normita o La tía en unos veinte quioscos de los barrios La Cerámica y El Churrasco. En la acción fueron detenidas nueve personas, entre ellas el padre del principal sospechoso, e incautados droga, armas, 250 mil pesos en efectivo y seis autos de alta gama. Pero no pudieron dar con Nacho, quien al finalizar el operativo en Rosario realizaba el check in en el aeropuerto de Bogotá, de regreso de sus vacaciones.

Pasado el mediodía de ese mismo miércoles 26 en el aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá, la capital de Colombia, Nacho y su novia, una modelo porteña, abordaban un vuelo que los dejaría en Lima. De ahí la pareja culminaría la escala tomando un vuelo hasta Ezeiza. Ese era el plan. Pero desde el entorno de Nacho alguien lo anotició de lo que estaba pasando. Le dijo que su padre estaba preso y que su departamento del quinto piso de Presidente Roca al 600 había sido allanado.

No había alternativas. Los PSA sabían que estaba a punto de regresar y lo iban a ir a esperar a Ezeiza. Entonces Nacho tomó la decisión de bajarse en el aeropuerto Jorge Chávez de Lima y desaparecer.

Y así fue. El jueves 27 de septiembre cuando bien temprano los efectivos de la PSA se posicionaron en la sala de desembarque del aeropuerto Pistarini vieron llegar a la escultural modelo porteña y el equipaje de Nacho. Sobre la cabeza de Ojitos pesa una orden de detención nacional e internacional, aunque allegados a la investigación en manos del juez Federal Marcelo Bailaque y la fiscal Liliana Bettiolo tienen conocimiento que Nacho ya está nuevamente, escondido, en Rosario: se las arregló para ingresar de modo legal pese al pedido de captura.

Alaridos céntricos

«Me quieren matar. Me van a matar». Los gritos desesperados de un hombre, aferrado a una ventana de quinto piso, sobresaltaron el despertar de los vecinos de los patios internos que rodean al edificio de Roca 653. Los efectivos de la PSA intentaban abrir a golpe de ariete la puerta blindada del quinto «C». Pero para sorpresa de todos, el vecino que estaba al borde de un ataque de nervios se tranquilizó cuando vio que los que entraban al departamento eran uniformados. Aunque claro está que dejó espacio en la ventana, para que sus socios arrojaran a los patios internos algunos kilos de cocaína y un par de armas. En ese departamento residía Nacho.

Ese fue tan sólo uno de los 14 allanamientos que los PSA llevaron adelante el día en cuestión. Once de ellos en Rosario, dos en Capital Federal y el restante en la localidad santafesina de Santo Tomé. El saldo del operativo fue de 9 detenidos, el secuestro de 4 kilos de cocaína de máxima pureza, 3 kilos de marihuana, 400 pastillas de éxtasis, 40 troqueles de LSD, varias dosis de ketamina, seis autos de alta gama, ocho armas de puño y $250 mil en efectivo.

Este pibe de 24 años, sin prontuario, fue apuntado como el principal proveedor de Normita o La tía, una de las más importantes vendedoras de cocaína y marihuana en los barrios La Cerámica y El Churrasco, en la zona noroeste de la ciudad, quien fue detenida en un megaoperativo de PSA en noviembre pasado.

La tía fue procesada en abril por el juez federal Marcelo Bailaque junto a otras nueve personas, entre ellos tres policías rosarinos, por el presunto delito de comercialización de estupefacientes agravado por la intervención de «tres o más personas organizadas».

Tesoro de juventud

A pesar de su corta edad, para la pesquisa de la PSA Nacho es la cabeza de la red que le proporcionaba a La tía la droga para abastecer unos 20 puestos de expendio en La Cerámica y la zona más empobrecida de barrio La Esperanza. La investigación sobre Nacho surge como continuidad de la causa de Normita.

«Cabe destacar la necesidad de que se profundice la pesquisa en orden a identificar fehacientemente a las restantes personas vinculadas» con los procesados, puede leerse en la resolución 70/12 que confirmó el 16 de abril último los procesamientos de Normita, acusada de ser la organizadora según el artículo 7 de la ley de drogas.

Los ojos claros y la mirada limpia de Nacho le valieron el apodo de Ojitos entre sus conocidos. Las fuentes consultadas destacaron su buen gusto por autos de alto costo, mujeres y viviendas bien puestas. Supo residir en un importante edificio de Oroño al 200 y en otro en Dorrego entre Jujuy y Brown, a metros de la comisaría 3ª. Hasta hace poco su identificación en la red Facebook era Sonny, en honor al primogénito de Vito Corleone —Santino— protagonista de la novela “El Padrino”, de Mario Puzo.

En el último tiempo se movía en un Audi S3. Con otro igual tuvo, según fuentes de la causa, un incidente a tiros en Rosario que habría sido falseado en un acta policial.

El sábado 8 de septiembre al mediodía, después de que Martín El fantasma Paz fuera acribillado a balazos en su flamante cupé BMW, valuada en 400 mil pesos, en la escena del crimen resonó el apodo de Nacho. Algunos pesquisas consultados vinculan a Nacho con El fantasma, cuñado de uno de los líderes de la banda de Los Monos de barrio Las Flores, en una especie de entrevero de negocios de la droga, préstamos, evasión impositiva con autos de alta gama y el revoleo de autos, como se reconoce en la jerga a la venta de vehículos “flojos de papeles”.

El resto

En la acción de hace once días la PSA allanó, además del quinto piso de Roca al 600, diez domicilios en Rosario: Nahuel Huapi al 4500; Gaboto al 1700; un taller de pasaje Barcalá al 5000; España al 2000; Dorrego al 2300; Arijón al 100, Gutiérrez al 0; un segundo piso de Paraguay al 1400; un primer piso en Riccheri 1300 y un tercero en Pellegrini al 1000. Estos dos últimos domicilios eran utilizados como depósitos para la cocaína que les llegaba de Buenos Aires, la marihuana de Paraguay y las dosis de LSD y Extásis que provenían de los Países Bajos. Entre los seis autos incautados, se destacan un BMW y el Audi S3 en el que se movía Nacho. Además de su mano derecha Dante P., detenido en una casa de España al 2000, y de su padre, apresado en el domicilio de Nahuel Huapi, se resaltó la caída de un hombre apodado El gordo, quien actuaba en inmediaciones de Cucha-Cucha y Gutiérrez.

En una casa de Lisandro de la torre 3100, en Santo Tomé, detuvieron a un hombre al que calificaron como un importante proveedor de drogas en la capital provincial. En Capital Federal los operativos se dieron en dos edificios de barrio Norte —Billinghurst 2400— y Belgrano, en avenida del Libertador al 5900, entre Juramento y Echeverría. Allí no hubo detenidos.

(Diario La Capital – Rosario)