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Cristina respondió las preguntas de universitarios de Georgetown

Cristina KIrchner brindó a los alumnos de la distinguida institución una clase de historia y un paralelismo entre la Argentina y los Estados Unidos y después se brindó a las preguntas. Entre otras cosas, le preguntaron por qué era tan difícil entrevistarla. Hoy, es el turno de Harvard.

Los alumnos fueron llenando la sala previamente mostrando un “ticket” especial que les habían dado para asistir al evento. Atrás había un sector especial para cámaras de la Universidad (pues el evento fue transmitido online) y una altura especial para cámaras exclusiva para dos canales argentinos(CN23 y la TV Pública).

En el Centro de Estudios Latinoamericanos de Georgetown, Cristina inauguró una «Cátedra Argentina» -un espacio que según anticipaba el embajador Jorge Argüello-, servirá para desarrollar aspectos de la agenda bilateral y comentar aspectos positivos de la relación entre ambos países. La mandataria, con énfasis, intentó comentar –abrumando por momentos a los alumnos-, detalles de las economías de la Argentina comparada con Estados Unidos.

“Mismo la Constitución de la Argentina está basada y copiada de la de ustedes”, les dijo Cristina a los estudiantes, mientras algunos tomaban nota y otros trataban de interpretar una enorme cantidad de información que la Presidenta argentina les aportaba “en un veloz recuento”, según sus palabras, de décadas de historia.

Luego de hablar de las monedas que tuvo la Argentina, los proyectos industriales y algodoneros del sur, la esclavitud en tiempos pasados, los cambios gubernamentales, las dictaduras y juntas militares, terminó su larga clase comentando la crisis argentina del 2001, a la que equiparó a la crisis europea actual, resaltando por supuesto los logros de la gestión kirchnerista desde el 2003.

Pero el plato fuerte fueron las preguntas de los estudiantes. Al principio no se animaban a romper el hielo, pero luego de un rato, ya podíamos contar en ellos decenas de manos pidiendo la palabra.

Cristina tuvo que responder fuertes preguntas –algunas de ellas muy esperadas y comentadas en los medios locales-, pero que en pocas ocasiones le fueron planteadas tan abiertamente. “¿Por qué no responde preguntas a los periodistas en Argentina?”, “¿Qué opina usted de la alta inflación y del INDEC que no la demuestra correctamente?”, “¿Usted cree que en Argentina se puede comer con 6 pesos por día?», fueron algunas de las preguntas de los estudiantes.

Cristina a cada pregunta fue rápidamente elaborando una respuesta. En muy pocas oportunidades utilizó ayuda-memorias, pero sí utilizó un informe sobre la inflación de la Ciudad de Buenos Aires para comparar datos inflacionarios. “¿Ustedes creen que podría haber crecido la Argentina al 9% anual si tuviésemos tanta inflación?”, expresó.

“No me vengan conque el 2% de la inflación en Estados Unidos es real. ¿A ustedes cuánto le aumentan la cuota de Georgetown cada año?”, los cuestionó.

También resaltó la salud de la democracia venezolana, dijo sentirse «amiga de Hugo Chávez» y hasta defendió algunos aspectos del régimen cubano.

“De todas formas valoro la juventud, que me hagan preguntas, yo a la edad de ustedes no podía preguntar. A mis 22 años tenía miedo de andar en la calle”, les espetó Cristina.

Al final, la Presidenta salió por una puerta lateral. “La pasé barbaro”, les dijo a un grupo de estudiantes que le agradecían haber estado en Georgetown. Otros, en cambio, estaban enojados con algunas frases.

«Ella no tiene idea de quién es Chávez. Le han contado otra película. No sabe lo que pasa en Venezuela», decía un profesor, que se fue ciertamente desencajado con las respuestas de la mandataria.