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Semblanzas: Fantasías I

Homenaje de Jorge Daniel Amena a los Niños en su Día

Llegadito de Misiones, donde el rojo más rojo del mundo adhiere a la piel al calzado al alma, si se quiere, también en los  pies descalzos de innúmeros chicos que corretean de las minas de Wanda

A los centros poblados o se meten presurosos en la fronda o se acercan a la ciudad a la mesa donde uno busca saciar el hambre ya saciado.

Cuentan que en la entrada  del  pueblo de Ollantaytambo, cerca del Cuzco, un señor dibujaba regalos a los niños, dibujando, les dibujaba en sus manitos tapizadas de mugre y frío cóndores o serpientes, otros preferían loritos o lechuzas los más osados (sin conocerlo) preferían un dragón.

En medio del alboroto, -un desamparadito- que de acuerdo al autor no medía un metro del piso  le  pidió un reloj para su muñeca.

A  días de realizado el presente, y encontrándose con el niño (en la situación de alboroto natural) le pregunta el  dibujante, señalando el reloj de pulsera que resaltaba en la piel  cuarteada.

-¿Y, anda bien?

-“Atrasa un poco”, reconoció.

Mi  homenaje y  mis disculpas a Eduardo Galeano,  es que me dibujó una sonrisa extraña en el rostro, a un día del Día del niño.