La gaviota cocinera pica el lomo del cetáceo provocando heridas y un cambio en su comportamiento.
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En Madryn declararon la guerra a las gaviotas

Prestadores del sector turístico y autoridades coinciden en culparlas de ataques a las ballenas, que ponen el riesgo el recurso. Proponen una eliminación “selectiva” de las aves.

La gaviota cocinera pica el lomo del cetáceo provocando heridas y un cambio en su comportamiento.

Un tirador calificado ubicado de modo estratégico en la proa de una lancha será el encargado de eliminar a aquellas gaviotas que sean sorprendidas picando a las ballenas, en el área de Península Valdés, si en los próximos días se firma la autorización para desarrollar la iniciativa.

La decisión del gobierno de avanzar con el proyecto de eliminación selectiva de gaviotas picadoras obtuvo adhesión de autoridades, funcionarios y prestadores locales, aun cuando no hay definiciones sobre su posible fecha de implementación.

El prestador local Edgardo  Rosa declaró ayer a una radio madrynense que “por fin alguien tomó cartas en el asunto” y recordó que cuando empezaban los avistajes en la zona se observaba que cuando una ballena saltaba fuera del agua, desprendía pedacitos de piel y las gaviotas comían esos restos, pero que esa conducta fue cambiando con el tiempo y directamente empezaron a atacar a los cetáceos.

Rosa explicó que los constantes ataques han afectado el comportamiento de los mamíferos marinos, ya que “antes  reposaban mucho tiempo con el lomo en superficie, pero ahora adoptan una posición de galeón, dejan todo el lomo abajo del agua y solo sacan la cabeza y la cola, pero las gaviotas igual aprendieron a picarles las colas”.

Comunidad científica

Quien también compartió la implementación de este plan es el intendente de Puerto Pirámides, Alejandro Albaini. “Esto tenía que hacerse, es una definición de la comunidad científica”, dijo el jefe comunal y recordó que la propuesta fue elaborada por Bertellotti y que desde un comienzo contó con el aval de la Municipalidad de Pirámides.

Al ser consultado si tenía conocimiento sobre la implementación del programa por parte del gobierno provincial, el intendente de Puerto Pirámides confirmó que hace poco tiempo tuvieron una charla con el ministro de Ambiente y les habría confirmado “que esto iba a salir, que lo estaban terminando de elaborar y que estaba a la firma del gobernador de la provincia”.

Por su parte la secretaria de Turismo de Puerto Madryn, Cecilia Torrejón, dijo que esta decisión se basa en los estudios científicos que se han realizado sobre el comportamiento de las gaviotas y “de acuerdo a lo que se indicó es recomendable bajar el número de gaviotas”.

La funcionaria local entiende que “no podemos esperar a que el problema sea irreversible, se está pidiendo hace tiempo que se tomen decisiones” y explicó que en el análisis del tema han intervenido las áreas de ambiente y también fauna.

La titular de la cartera de turismo manifestó que “alguna solución al problema hay que buscarle y también seguir estudiando” en cuánto afecta a las ballenas que todos los años llegan al Golfo Nuevo.

El problema

Desde 2005 la Fundación Tierra Salvaje (WEF)  estudia la interacción agresiva de las gaviotas cocineras que picotean a las ballenas francas.

La Gaviota Cocinera es una especie con hábitos de alimentación generalistas y oportunistas que se alimenta mayormente de invertebrados del intermareal y de peces, así como de descartes pesqueros tanto en el mar como en basurales a cielo abierto. Sin embargo en las zonas de reproducción de Ballena Franca en Península Valdés, las gaviotas también se alimentan de trozos de piel y grasa que picotean de los lomos de las ballenas, produciéndoles serias heridas. Este comportamiento se ha ido incrementando desde su primera observación en 1972 conjuntamente con el aumento de la población de gaviotas en la región.

Los ataques aumentan en Agosto y Septiembre

Durante las temporadas de ballenas 2005, 2006 y 2007, los investigadores realizaron 1467 embarques desde Puerto Pirámides, totalizando 5359 avistajes de ballenas. En cada avistaje el equipo científico registró la cantidad de ballenas y gaviotas y la cantidad de ataques. Por otro lado, durante los 3 años de trabajo se capturaron gaviotas con una red cañón y se marcaron con anillos con códigos individuales para su posterior fotoidentificación durante los ataques.

La distribución de ataques fue significativamente diferente a lo largo de la temporada, siendo mayor entre fines de agosto y principios de septiembre.

El estudio permitió detectar otros graves problemas que enfrentan las ballenas

“Estos últimos cuatro años ininterrumpidos de investigación durante la temporada completa de ballenas en la zona, nos permitieron detectar algunos otros problemas que enfrentan las ballenas, comprometiéndonos a profundizar nuestros estudios en Ballenas Francas australes” expresa Gabriela Bellazzi, presidente de la WEF. “El más importante de estos descubrimientos fue detectar la presencia de lesiones de piel provocadas por diferentes patógenos que podrían ser los primeros signos visibles del calentamiento global en las Ballenas”, concluyó Bellazzi

Por este importante descubrimiento realizado por su equipo, el Director científico del Proyecto, Dr. Marcelo Bertellotti, fue distinguido con el título “Profesor Emérito” por la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.

El equipo de investigación se encuentra actualmente tomando muestras de estas lesiones de piel para lo cual se fotoidentifica a la ballena de la que se extrae una pequeña biopsia (pequeño trozo de piel), se fotografían las lesiones y en base a eso se etiquetan las muestras que al finalizar la temporada se enviarán a analizar a diferentes laboratorios del país y del exterior. Los resultados que se obtengan permitirán comprender el estado de salud de la población de ballenas en la zona y hasta qué punto estas lesiones podrían afectarla.

(Fuentes: diario Jornada, Fundación Tierra Salvaje)

Imagen: WEF