Cuando Boca se ponga en marcha este lunes en Ezeiza, después de las vacaciones que ayudaron a digerir la derrota en la final de la Copa Libertadores, ya no habrá chance de pensar que todo esto fue una pesadilla, un mal sueño, y que todo sigue como hasta un día antes de la final maldita. El lunes no estará Juan Román Riquelme para empezar una nueva pretemporada y Boca comenzará una nueva vida. Definitivamente distinta.
Según pudo averiguar Olé en estas últimas horas, el futuro de Román no está en Boca pero tampoco en el país, para alivio de Daniel Angelici y Julio Falcioni, quienes transpiraban con el sólo hecho de pensar en la primera fecha del torneo Inicial, o en la vuelta del Diez a la Bombonera, con otra camiseta. Pero el Diez no se pondrá otra camiseta en el fútbol argentino y, por eso, las opciones que más lo seducen son las propuestas de Brasil. Allí está su futuro y el club se definirá una vez que Riquelme logre la rescisión del contrato de Boca.
Como agradecimiento a la ruptura del vínculo sin trabas, ni castigos económicos que Boca bien podría cobrarse, Riquelme cumplirá con la conferencia de prensa de despedida que sugería el presidente Angelici para reiterar que es una decisión propia y que no se va por culpa de nadie. Román, en resumidas cuentas, agradecerá el afecto, el apoyo del hincha en el banderazo y reiterará aquello de que se quedó “vacío” y las explicaciones que dio en la noche larga del Pacaembú. Brasil lo espera.