La primera réplica, de 5,8 grados en la escala de Richter, fue a las 9 (las 4 en la Argentina) y tuvo su epicentro en Módena; la segunda se sintió cerca de las 13, informó el cónsul argentino en Milán, Gustavo Moreno.
El Instituto de Geofísica y Vulcanología explicó que los sismos de este martes «forman parte de la secuencia» iniciada el 20 de mayo.
La mayoría de las víctimas fatales son trabajadores de fábricas, cuyas estructuras no resistieron los nuevos movimientos de tierra, según reportó la agencia alemana DPA.
El primer ministro italiano, Mario Monti, informó esta mañana que había numerosos heridos y edificios dañados, y prometió todos los esfuerzos para garantizar la seguridad en las zonas afectadas.
Asimismo, recordó que el gobierno declaró el estado de emergencia tras el terremoto del 20 de mayo, que además de los muertos y más de 50 heridos, dejó a más de 5.000 personas sin hogar.
El funcionario aseguró que el gobierno «ya ha separado 50 millones de euros para los trabajos de reconstrucción, entre ellos los necesarios para garantizar la seguridad de los edificios dañados y las carreteras».
Monti también anunció a los damnificados que el gobierno estudia «rebajas de impuestos para ayudarlas a recuperarse».
«Pido a los ciudadanos que tengan fe. El compromiso del Estado es garantizar que se hará todo lo posible, de la forma mejor y más eficiente», sostuvo.
El balance de víctimas de este martes, según recuentos provisionales de las autoridades, incluía a unos 100 heridos y una cantidad todavía desconocida de desaparecidos.
Los 5.000 residentes de la región se vieron obligados a salir de sus viviendas. De ellos, 4.500 en la provincia de Módena y otros 500 en las cercanías de Bolonia y Ferrara.
Cuando los equipos de rescate se pusieron en marcha, la tierra seguía temblando, sacudiendo los edificios y extendiendo el pánico.
La primera réplica se produjo justo cuando el canal de televisión de noticias Sky TG24 acababa de emitir un informe sobre las condiciones de vida en un campamento de refugiados del terremoto del 20 de mayo, en la localidad de San Felice Sul Panaro.
El canal encaraba ya otros temas, pero ante el temblor restableció la transmisión en vivo desde el campamento.
Allí se veía a numerosas personas huyendo de las tiendas de campaña azules, que se sacudían. De fondo se oía un fuerte estruendo.
Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia, el epicentro del principal sismo estuvo en Mirandola, cerca de la ciudad de Módena, a poca distancia de la sede de Ferrari en Maranello, donde fue interrumpida la producción.
Al principio no se hablaba de muertos, pero el alcance instaló temprano la presunción. «Algunas personas han quedado sepultadas bajo los escombros (…) Por ahora no puedo decir nada más», dijo el alcalde de San Felice sul Panaro, Alberto Silvestri.
La televisión mostró imágenes de fábricas y depósitos que se derrumbaron, y pilas de escombros en lugares donde se erigían edificios dañados el 20 de mayo.
Como hace diez días, San Felice Sul Panaro es una de las localidades más afectadas, donde murieron al menos 3 trabajadores de una fábrica, pero también hay otras, como Cavezzo, donde falleció una mujer aplastada por los escombros en una planta de producción de muebles. Otros dos obreros murieron en San Giacomo Roncole, cerca de Mirandola.
En la región hay numerosas empresas pequeñas y medianas, muchas de ellas dedicadas a la exportación de productos famosos como el queso parmesano o el vinagre balsámico.