El presidente de Repsol declaró a Bolivia como «socio estratégico» en medio en la disputa que la petrolera española sostiene con el Gobierno argentino por la expropiación de acciones de YPF en el vecino país.
«Estamos demostrando con hechos la relación que hemos consolidado con el Estado boliviano al cual consideramos nuestro socio estratégico», dijo el martes Antonio Brufau al inaugurar una nueva planta de gas natural que costó a Repsol y sus socias 528 millones de dólares.
La planta ubicada en los megacampos de Margarita y Huacaya a 670 kilómetros al sudeste de La Paz es la mayor inversión de petroleras extranjeras desde que el presidente Evo Morales nacionalizó los hidrocarburos.
En la ceremonia estuvo presente Morales, quien horas antes decretó la nacionalización de una empresa eléctrica española, medida que el embajador español Ramón Santos dijo que disgustó al gobierno de su país.
Postura de Bolivia. Morales aseguró que las inversiones de las petroleras «siempre serán respetadas», pero les llamó a cumplir sus compromisos de invertir en la industria.
«Bolivia necesita de inversiones, necesita de socios», acotó.
Morales y Brufau cortaron la cinta y bromearon mientras visitaban el enorme complejo petrolero en el Chaco boliviano. Estaba previsto un partido de fútbol entre ambos, pero fue suspendido por lo avanzado de la hora el martes en la tarde.
Repsol asociada con British Gas (BG) y Pan American Energy (PAE), esta última de Argentina, invirtieron 528 millones de dólares en el complejo para triplicar la producción de tres a nueve millones de metros cúbicos diarios de gas natural con destino al mercado argentino y al local, explicó el presidente de la petrolera estatal Carlos Villegas.
El consorcio tiene previsto invertir otros 810 millones de dólares y elevar la producción hasta 15 millones de metros cúbicos diarios a partir del 2014 para cumplir un convenio de suministro con el gobierno de Argentina. El otro principal comprador de carburante boliviano es Brasil.
La inauguración de la planta coincidió con los seis años de la nacionalización de los hidrocarburos decretada por Morales. La medida no expropio bienes de las petroleras pero les obligó a renegociar sus contratos para convertirse en operadoras de la estatal petrolera con menos beneficios económicos.
La presidenta Cristina Fernández propuso al Congreso expropiar el 51% de las acciones que Repsol posee en la petrolera argentina YPF. La aprobación de la medida no ha sido completada por los legisladores.
Repsol se asoció con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos para la búsqueda de nuevos yacimientos.